miércoles, 21 de marzo de 2012

Desvaríos de un friki sobre la "Estrella de la Muerte".






Dedicado a mi sobrino Alvaro Carrillo, con seis años y ya futuro Friki.

Introducción

Los frikis son (somos) personalidades inmaduras que vuelcan su inseguridad e inconformismo en obsesiones infantiles como la ciencia ficción, juegos de rol, videojuegos o cómics. No somos mala gente, créame, ni representamos un peligro más que para nosotros mismos, al perder una cantidad importante de tiempo en construir maquetas descomunales que son la pesadilla de nuestras cónyuges.

Yo tengo un alma Friki. Lo confieso. Me sumerjo en las jugueterías viendo maquetas de naves espaciales, convierto cajas de embalaje de poliespán blanco en escenarios del Señor de los Anillos y leo novelas de ciencia ficción bien superados los cuarenta. Mi "frikismo" está relativamente sujeto; no me encierro en mí mismo todo el tiempo, no creo que existan los OVNIS ni me disfrazo para asistir al estreno de una película de Star Trek (pero casi).

Soy un Friki. Qué le vamos a hacer. Las fotos de este artículo dan buena fe de ello.

Y lo que sigue es un divertido homenaje que me hago a mí mismo. La mayoría de los datos están recogidos en multitud de foros a los que he acudido; fundamentalmente en http://es.starwars.wikia.com o en www.mundodvd.com; y para no embarullar demasiado la broma he divido el artículo en los siguientes capítulos:

1. Breve historia.
2. Datos técnicos y especificaciones.
3. ¿Cuánto cuesta una Estrella de la Muerte?
4. Consecuencias geopolíticas y económicas tras la destrucción de la Estrella de la Muerte.
5. Estrella de la Muerte: la farsa de la versión oficial.
6. Matanza de autónomos en la segunda Estrella de la Muerte.


Por supuesto, querido lector, si hay un artículo que merece la pena obviar, es éste. A no ser, claro está, que usted también tenga algo de Friki.

En tal caso,

hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana....


Breve historia sobre la Estrella de la Muerte


El Señor Sith Darth Sidious, a la sazón Canciller Supremo de la república con plenos poderes, adjudicados en sesión extraordinaria por una amplia mayoría del Senado, soñaba con disponer de un arma definitiva, una estación espacial capaz de destruir planetas enteros y servir de elemento disuasorio contra los insurgentes y terroristas, y así lograr una paz y estabilidad duradera en la galaxia. Su acólito, el Conde Doku, se ocupó en las primeras fases de que fuera diseñada por los ingenieros de la Confederación de Sistemas Independientes en Geonosis.

Por desgracia, el inicio de las guerras clon, con el intento de ejecución sumarísima de Darth Sidious por un importante miembro de la secta Jedi sin que mediara juicio alguno, obligó a paralizar el proyecto. Poggle el Menor, líder de los geonosianos, entregó preocupado los planos al Conde Doku para que pusiera a buen recaudo en Coruscan tanto el diseño como los derechos sobre patentes y avances tecnológicos.

Al fin y al cabo, habían pagado por ello.

Cuando, finalizadas las guerras clon, Darth Sidius acabó con la orden cabalística y fanática de los caballeros Jedi, y afianzó su influencia en el Senado, comenzó la fabricación de la estación espacial en el sistema Despayre. El Gran Moff Wilhuff Tarkin fue designado para dirigir el proyecto, lo cual lo hizo ascender al rango más alto del imperio, tras el propio emperador. La espera fue larga; problemas con los suministros, sabotajes indiscriminados y disputas sindicales retrasaron la fecha de entrega nada menos que 20 años, lo cual repercutió en la salud de Tarkin, que perdió mucho peso. Pero sin duda mereció la pena: la Estación de Combate Orbital EM-1, rebautizada como "Estrella de la Muerte" por el Ministerio Imperial de Propaganda, cumplió con todas las expectativas, y resultó ser el arma definitiva.

Gracias a su formidable poder de intimidación, el imperio recién surgido aseguró un tiempo de estabilidad política y económica, salvo en un puñado de sistemas estelares rebeldes que se opusieron a la legalidad vigente representada por el Canciller y luego Emperador. Las celdas de la estación pronto estuvieron atestadas de facinerosos y provocadores. El planeta Alderaan, afín a la resistencia, resultó totalmente destruido, en una devastadora demostración de fuerza. Este gesto, sin embargo, provocó una conmoción tal en toda la galaxia que obligó al emperador a aparecer en una alocución pública lamentando lo sucedido, dando así buena muestra de su bonomía. Se considera como algo seguro que, de no haber fallecido en Yavin IV, Wilhuff Tarkin habría sido destituido por el emperador para calmar el malestar creciente a lo largo de la galaxia.

Desafortunadamente, el joven movimiento rebelde recibió noticias de unos prisioneros que pudieron escapar de la Estrella de la Muerte, para escarnio de la legión 501, encargada de la seguridad de la estación. A este cuerpo de soldados de élite se le encomendó desde entonces la tarea (infructuosa) de recuperar los planos sustraídos.

Según estos primeros y vagos informes, gran cantidad de wookiees supervivientes de la batalla de Kashyyyk encontraron trabajo y sustento en un proyecto secreto e importante de financiación pública. Poco después, unos satélites imperiales interceptados facilitaron un primer holograma de la estación espacial. Posteriormente, la Batalla de Toprawa permitió que la Alianza Rebelde robara los planos del superláser de la estación, que de inmediato se transmitieron a la corbeta rebelde (clase corellia) "Tantive IV". Asimismo, Kyle Katarn, un felón desertor del imperio, logró entrar en la Base Imperial Trid, en el Planeta Danuta, aprovechándose de la buena fe de sus amigos. Este golpe deleznable resultó definitivo, pues consiguió robar los planos estructurales de la Estrella de la Muerte. De nuevo, toda la información recopilada se envió a la Tantive IV, donde viajaba la senadora desleal Leia Organa, cobardemente protegida por su inmunidad diplomática..

Tras un afortunado encuentro con el destructor imperial Devastador, capitaneado por Darth Vader y la legión 501, los datos de la estación de combate llegaron a manos del General Jedi Obi-Wan Kenobi, un sujeto de oscuro pasado que vivía como un asceta en el planeta Tatooine, deambulando por el desierto lanzando chillidos, creemos que con la razón perdida. Finalmente, tras una larga peripecia, que incluyó el rescate de la senadora Organa y la muerte de Obi-Wan Kenobi en duelo contra Darth Vader, toda esta información, guardada en la memoria del robot R2-D2, permitió al táctico Jan Dodonna encontrar un fallo en la seguridad de la estación: un puerto de escape de gases sin blindaje que, al ser alcanzado por un torpedo de protones, produciría una reacción en cadena que aniquilaría la estación.

Por desgracia, el plan fue llevado a cabo con absoluto éxito junto a la base rebelde de Yavin IV. La estrella de la muerte fue destruida por el granjero Luke Skywalker, hijo de Darth Vader (y hermano de Leia Organa), provocando así más de un millón de muertes. Esta supuesta azaña provocó que, en los meses siguientes, miles de sistemas estelares se unieran a los sublevados.

Con posterioridad, el imperio aceleró la construcción de una segunda estación orbital cerca de la luna de Endor. Con su posterior destrucción y la muerte del querido y añorado Emperador, llega la destrucción del imperio y el fin de la guerra. Sin un centro de poder claro, comienza un periodo de caos y desconcierto a lo largo de la galaxia que durará mil años.


Datos técnicos y especificaciones sobre la Estrella de la Muerte

(para más detalle, consultar en http://es.starwars.wikia.com )


La estructura básica de la estación era una esfera de 160 kilómetros de diámetro, cubierta con acero de quadanio y dividida en dos hemisferios por una trinchera de un kilómetro de ancho alrededor de su ecuador. El interior contaba con 84 niveles de operaciones, y cada nivel comprendía 357 zonas. Era un auténtico mundo en sí misma.

En el hemisferio norte se encontraba el armamento principal de la estación, un temible superláser. El arma tenía una apariencia externa cóncava de varios kilómetros. En la superficie, convergían 8 rayos a través del tubo acelerador de partículas hasta formar un único rayo de superláser. Se podía graduar su potencia. En el caso de utilizar la potencia máxima, capaz de explosionar un planeta, el tiempo de recarga de los acumuladores superaba las 24 horas.

La estación se impulsaba por un hiperimpulsor clase 4.0, con 123 generadores, que le permitía saltar de un sistema estelar a otro en cuestión de pocas horas.

La estación llegó a tener una dotación de aproximadamente 1,7 millones de tripulantes (excluyendo droides).



Especificaciones

Longitud
160 kilómetros
Envergadura
160 kilómetros
Altura/profundidad
160 kilómetros

MGLT
10 MGLT
Unidad(es) de motor
Motores subluz 30-5 de Sepma (2)
Ratio del hipermotor
Clase 4.0
Sistemas de hiperimpulsión
Generadores de hipermotor SSP06 de Isu-Sim (123)

Armamento
Rayo Superláser de Parabólica Cóncava
Alcance: 47.060.000 kilómetros
Baterías de turboláser D6 de Taim y Bak (5.000)
Turbolásers pesados XX-9 de Taim y Bak (5.000)
Cañones láser L-s 4.9 de SFS (2.500)
Cañones de iones MS-1 de Borstel (2.500)
Cañones láser SB-920
Generadores de rayo tractor de Phylon (768)
Blásters de carga de partículas
Cañones magnéticos
Torpedos de protones banks
Cañones de superficie

Complementos
Cazas estelares (7.000)
Cruceros de Ataque (4)
Lanzaderas de Asalto (3.600)
AT-ATs (1.400)
AT-STs (1.400)
Naves de desembarco (1.860)

Tripulación básica
Miembros de la tripulación a tiempo completo (342.953)
Oficiales (27.048)
Tropas (607.360)
Pilotos (167.216)
Tripulación de apoyo y mantenimiento (285.675)
Droides de apoyo (400.000)
Soldados de asalto (25.984; dependiendo de despliegue)
Artilleros (57.278)
Personal de apoyo a las Naves estelares (42.782)


Estudio de costes. ¿Cuánto cuesta una Estrella de la Muerte?

Es conveniente tener una idea del coste de la infraestructura pública denominada "Estrella de la Muerte", para así saber el grave quebranto causado a las arcas del Estado tras el fatal atentado perpetrado por los terroristas autodenominados Alianza Rebelde.

En internet no hay consenso sobre el coste real de la Estrella de la Muerte. Sin embargo, grosso modo, las cifras son las siguientes:

Una esfera de acero de 160 Km de diámetro supondría unos tres trillones de toneladas de acero de quadanio, que al ritmo de producción actual representaría acaparar la producción mundial los próximos 830.000 años. Esta masa ingente de 17 cuatrillones de metros cúbicos representaría un coste en transporte considerable, teniendo en cuenta que la NASA cobra más o menos 95 millones de dólares por tonelada transportada al espacio (ver condiciones incoterms en fichero adjunto).

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la cantidad de aire necesario. Una esfera tan enorme precisa de más de 8 quintillones de metros cúbicos de Nitrógeno y 1 quintillón y medio de metros cúbicos de Oxígeno. Hablamos de una cantidad ingente de naves cisterna, con los consiguientes costes salariales, de mantenimiento, seguros, etc.

¿Y la mano de obra? Fuentes del sector de la construcción consultadas nos han confirmado que una obra de tal envergadura representaría un esfuerzo de siglos, por lo que presentar un presupuesto cerrado les resulta casi imposible.

A estas alturas, tener una idea del coste de la estación parece una entelequia. Sólo en acero (sin transporte) calculamos un coste aproximado de 852.000.000.000.000.000 dólares americanos. Estudios recientes afirman que sería necesario emplear algo más de 1 billón de veces el PIB mundial para afrontar tan hercúlea tarea.

¡Todo este formidable esfuerzo inversor público (pagado con el dinero de nuestros impuestos) echado a perder en un instante por un desdichado disparo de un granjero de Tatooine!


Consecuencias geopolíticas, económicas y ambientales tras la destrucción de la Estrella de la Muerte.

La desaparición de una estructura de poder tan fuerte y personalizada como la que representaba el Emperador supuso que, tras unos momentáneos instantes de celebración y júbilo por una franca minoría, empezaran a surgir de inmediato múltiples focos de conflicto interplanetario. Sin un Estado centralizado, fuertemente jerarquizado y que aportaba estabilidad financiera y seguridad jurídica, miles de pequeños jerarcas intentaron hacerse con el control de sus propios sistemas estelares, lo que supuso la proliferación de terribles guerras civiles a gran escala, todo a lo largo de la galaxia, que hundieron la economía global y acabaron con el comercio y el avance en artes y ciencias.

El personal administrativo y militar que formaba la columna vertebral del imperio se disgregó en múltiples focos de delincuencia organizada. Su excelente entrenamiento como tropas de asalto los hacía unos reputados mercenarios, y la tasa de criminalidad creció exponencialmente.

Por otra parte, la imprevisión de los dirigentes rebeldes en lo relativo a los millones de soldados clon que continuaban en activo resultó fatal. Como era de esperar, el asesinato del Emperador provocó la inmediata activación de una orden programada en los cerebros clonados: la conocida como "orden 48". De repente, por toda la galaxia individuos fríos como el acero e insensibles a toda emoción humana se dedicaron a devorar la vesícula biliar de todo ser vivo que se cruzaba en su camino. La llamada "Crisis de la vesícula" será recordada como una de las épocas más terribles y oscuras de la historia galáctica. Los dirigentes rebeldes fueron llevados a juicio por su imprevisión de no haber mantenido con vida al Emperador congelado en carbonita. En un escándalo sin precedentes, fueron absueltos por un jurado corrupto.

Toda inestabilidad supone miedo, el que se acaparen reservas por unos pocos y se restrinja la libre circulación de mercancías. En consecuencia, se produjo una escalada inflacionista y una recesión económica que produjo unos siglos de hambruna desconocidos hasta la fecha. Para más inri, los "desinteresados" caballeros Jedi utilizaron sucias artimañas en la negociación con comerciantes. Bastaba con un leve gesto con la mano, y un proveedor de repuestos para aeronaves malvendía un motor por un precio que lo conducía a la ruina. Esta práctica comercial tan poco ética engrosó las arcas de innumerables templos Jedi por toda la galaxia. Si alguien osaba protestar, los fanáticos utilizaban "la fuerza" para subyugar su voluntad.

Fueron tiempos realmente tristes y oscuros.

Un sector que sufrió especialmente la tendencia absolutista del credo Jedi fue el periodismo independiente. Y de todos los casos que posteriormente salieron a la luz de censura y propaganda, ninguno tan detestable como el conocido como "caso Ewoks"; la trágica contaminación radioactiva que la explosión de la segunda Estrella de la Muerte provocó en la frágil luna de Endor; una catástrofe medioambiental que supuso la desaparición de un 87% de la biomasa de la luna, y la extinción de una raza inteligente; los simpáticos Ewoks. Las patéticas imágenes de las últimas criaturas, malviviendo en el fango, empapados de lluvia radioactiva y sin pelo son, sin duda alguna, un signo de una época de vergüenza y oprobio.

Por cierto; está pendiente de salir a la luz una investigación a fondo relativa a la exposición de jóvenes Jedi a la radiación proveniente de los módulos de energía de sus espadas láser. Ya supuso un escándalo mayúsculo las cifras de accidentes y amputaciones durante los ejercicios de entrenamiento; pero esperamos próximamente poder explicar la fortísima incidencia de mutaciones genéticas entre los aprendices Jedi.


Estrella de la Muerte: la farsa de la versión oficial

Afrontamos a continuación un tema sin duda peliagudo; la posibilidad, cada vez más creíble, de que la destrucción de la primera Estrella de la Muerte fue, en realidad, una confabulación de la familia Skywalker, y una traición al imperio cometida por nada menos que Lord Vader.

El Dr., Lao en www.mundodvd.com ha investigado en profundidad el asunto, y plantea algunas preguntas que resultan, como mínimo, incómodas. Las transcribo a continuación:

"1) ¿Cómo un puñado de naves rebeldes fue capaz de penetrar las defensas de una estación espacial con la capacidad de destruir un planeta entero y deshacerse de flotas enteras de Naves de Batalla? ¿Fueron desactivadas las defensas?

2) ¿Por qué Grand Moff Tarkin rehusó desplegar la flota de Tie Fighters hasta que fue demasiado tarde? ¿Tenía órdenes de no disparar a las naves rebeldes? Si es así..., de quién y por qué!?


Anotación: es cierto que llama poderosamente la atención el hecho de que despegaran apenas dos docenas de cazas, cuando la estación disponía de 7.000 cazas estelares perfectamente operativos. El número de cazas rebeldes era ridículo y no constituían una amenaza.

3) ¿Por qué el piloto rebelde que -supuestamente- la destruyó fue visto en la misma Estrella de la Muerte tan sólo unos días antes del ataque? ¿Por qué le fue permitido escapar, ...y por qué se vio a varios Stormtroopers ayudándolo?

Anotación: parece demostrado que Darth Vader permitió la huída de su hijo Luke. La excusa de poner un rastreador para así encontrar una insignificante base rebelde es, francamente, absurda. ¿A cambio de esa localización se permite que los rebeldes dispongan de los planes de la estación? ¿Por qué tardó tanto la estación en llegar a Yavin IV, dando tiempo a los rebeldes a pergeñar un plan de ataque?

4) ¿Por qué no ha habido una investigación oficial acerca de las acusaciones sobre que Darth Vader, el numero dos del Gobierno Imperial, es en realidad el padre del piloto que supuestamente destruyó la Estrella de la Muerte!!!? ¿Por qué no arrestaron a este rebelde cuando tuvieron la oportunidad?

5) ¿Por qué Lord Vader -de repente- decide romper todos los protocolos y atacar personalmente a los terroristas en un ligero y poco armado Tie Fighter? Convenientemente esto puso a Darth Vader fuera de la Estrella de la Muerte momentos antes de la explosión. ¿Por qué Lord Vader, uno de los miembros mas altos del Gobierno Imperial, repentinamente decide volar fuera de la estación en medio de una batalla? ¿Sabía algo que el resto de la flota imperial ignoraba?

Anotación: este punto es crucial. La destrucción de la Estrella de la Muerte supone la desaparición de Moff Tarkin, número dos del imperio. Con su muerte, Darth Vader queda como máximo dirigente tras el emperador ¿Pruebas? Poco tiempo después de producirse la catástrofe, encontramos a Vader al mando del primer superdestructor imperial clase Ejecutor, la nave de guerra más grande jamás construida. Esta nave insignia del imperio, cuya longitud era varias veces la de un destructor (19 kilómetros de eslora), disponía de una tripulación de 500.000 personas.

6) ¿Pueden los granjeros desafiar las leyes de la física? ¿Cómo puede un piloto disparar un misil hacia una abertura de 2 metros de diámetro y acertar, ...y mantenerse la versión de que se trataba de un piloto sin entrenamiento formal y completamente inexperto? Este tiro, de acuerdo con los comentarios de pilotos experimentados a los que he consultado, sería "prácticamente imposible hasta para una computadora". Además, y de acuerdo con evidencias adicionales, podemos afirmar que el piloto que supuestamente lanzó los misiles tenia LA COMPUTADORA DE BLANCO APAGADA en el momento en que efectuó el disparo que destruyó la Estrella de la Muerte.

Más intrigante aún: ¿Cómo logró el misil realizar una trayectoria de ángulo inverso para entrar por la pequeña rendija? La insostenible Teoría del "Misil Mágico"

7) ¿Por qué no hubo una investigación acerca del hecho de que los androides que proveyeron a los rebeldes con los planos de la Estrella de la Muerte fueron una vez propiedad de no otro que Lord Vader en persona, y sobre el rumor de que habían sido "encontrados casualmente" por el piloto que supuestamente destruyó la estación espacial, ...¡quien además se cree que es en realidad el hijo de Lord Vader!?

La evidencia además muestra que los androides fueron adquiridos por un tal Ben Kenobi, quien, según indican los registros, fue el maestro de Darth Vader muchos años antes!!!
¿Son todas estas relaciones personales entre los conspiradores y figuras esenciales del Gobierno Imperial meras coincidencias? No lo creo.


Anotación: ciertamente son demasiadas coincidencias. Además, Vader se muestra incapaz de subyugar la voluntad de una jovencita de 20 años por medio de la tortura; y posteriormente se descubre que la jovencita resulta ser su hija. Otra casualidad más. No tenemos imágenes ni registros del interrogatorio. La reticencia de la joven obligó a Moff Tarkin a tomar la decisión de destruir Alderaan, cuestión que minó considerablemente la confianza que el emperador tenía depositada en él.


8) ¿Cómo un solo misil puede destruir una estación de combate del tamaño de una luna? No existen registros de ningún enfrentamiento en el que una estación espacial o siquiera una nave capital haya sido destruida por un simple misil. Además, análisis exhaustivos del vídeo de los últimos momentos de la Estrella de la Muerte muestran pequeñas explosiones claramente visibles por toda su superficie, antes de su explosión completa!!!

Todas las evidencias señalan que explosivos estratégicamente dispuestos para una voladura controlada fueron los auténticos causantes de la destrucción, y no el pequeño misil como se nos ha querido hacer creer durante años.
¿Cómo un solo misil puede crear tamaña explosión?



9) Previo a la destrucción de la Estrella de la Muerte un contrabandista llamado Han Solo fue visto recibiendo una gran suma de dinero. En un punto crucial de la batalla, el Capitán Solo tuvo un disparo prístino y sin obstáculos a las naves que perseguían a Skywalker, pero Solo no aprovechó esta oportunidad para acabar también con Darth Vader. A pesar que Lord Vader estaba disparando directamente sobre el X-Wing de Skywalker, Han Solo únicamente disparó contra las naves escolta. Al Final Darth Vader escapó y Solo terminó con la bodega de carga de su nave llena de dinero.

Anotación: En efecto, la nave de Vader resulta afectada únicamente por la onda expansiva resultante de la destrucción de sus acompañantes. Por cierto, resulta curioso que Vader diera órdenes explícitas de que le dejaran a él derribar la nave que pilotaba su hijo; nave a la que, por supuesto, no dirigió disparo alguno.

10) En los reportes de batalla pudimos ver que fue Obi Wan Kenobi quien dio la orden a Luke de apagar su sistema de blanco computerizado. Se afirma que Obi Wan le decía "déjate llevar" y "confía en mí". Este es el mismo Obi Wan que, de acuerdo con los informes oficiales, fue asesinado luego de sabotear la Estrella de la Muerte por no otro que Darth Vader ANTES de que impartiera las ordenes a Luke. Su conveniente muerte lo sitúa dentro de la Estrella de la Muerte antes que las explosiones en la superficie ocurrieran. Fingiendo su muerte, Darth Vader pudo darle a Obi Wan (recordémoslo, su antiguo maestro Jedi) el tiempo que necesitaba para activar las cargas previamente instaladas. La única evidencia concreta de su muerte es una vieja túnica de Jedi en el piso captada por las cámaras de seguridad, ...¡ningún resto humano!!!

Quién otro sino el Imperio tiene el poder de fingir las muertes de Obi Wan, Yoda y Darth Vader, quienes fueron vistos tiempo después por testigos riendo juntos en la luna de Endor... durante la celebración por la muerte del Emperador!

Anotación: este punto es crucial. Según testigos que presenciaron los hechos, Obi Wan se dejó matar por Vader, alzando su arma y no ofreciendo resistencia alguna. Además, esta disputa provocó la conveniente distracción de los soldados que vigilaban junto al Halcón Milenario, dejando el camino expedito para Luke y sus secuaces. Una vez más, demasiada casualidad.

11) Lord Vader ejecutó a uno de sus oficiales por permitir que los rebeldes escaparan. También ordenó a otro de sus oficiales -ante testigos- desactivar la unidad de hiperpropulsión del Halcón Milenario (la nave del contrabandista Solo), pero los rebeldes nuevamente escaparon utilizando la "deshabilitada" hipervelocidad. ¿Por qué el oficial no cumplió la orden? ¿Por qué no hubo ningún tipo de medidas disciplinarias en este caso?

La más importante pregunta de todas es por qué desde las sombras un grupo de conspiradores dentro del Imperio quisieron destruir tal maravilla tecnológica. ¿Era una simple excusa para invadir Hoth -un planeta que nada tuvo que ver con el ataque- y quedarse con sus enormes reservas de petróleo, controlando de paso toda la zona gracias a su excelente disposición geoestratégica?

Por increíble que parezca suena mas racional que la vergonzosa versión oficial que, durante años, los medios de comunicación se han empeñado en difundir en contra del sentido común y de la -creciente- desconfianza de la gente de a pie.

La verdad acabará por abrirse paso, no les quepa duda."

Somos afortunados por poder contar con investigadores lúcidos e independientes como el Dr. Lao. Recomiendo encarecidamente visitar su página.


Matanza de autónomos en la segunda Estrella de la Muerte

En la película "Clerks", ópera prima de Kevin Smith, hay un famoso diálogo sobre la Estrella de la Muerte. Smith tenía apenas 23 años y vendió su colección de cómics para poder rodar una película en blanco y negro. El escenario era un supermercado, la tienda en la que Smith trabajaba. La película se rodó en apenas 21 días.

En total, costó 27.000 $ y recaudó más de 3 millones.

¿La clave? La inteligencia de sus rápidos diálogos. En el caso que nos ocupa, los protagonistas Randal y Dante parlotean sobre la situación en la que se encontraron los autónomos que trabajaban en la segunda Estrella de la Muerte. El diálogo es el siguiente:


"Randal.- En la primera Estrella de la Muerte sólo estaba el ejército Imperial, abordo solo había soldados y dignatarios imperialistas.
Dante.- Supongo que sí.
Randal.- Cuando la destruyen el mal recibe su castigo.
Dante.- ¿Y la segunda Estrella qué?
Randal.- La segunda Estrella no estaba terminada, aún la estaban construyendo.
Dante.- ¿Y qué?
Randal.- Que una obra de esa magnitud requeriría muchos más hombres de los que había en el
ejército imperial. Seguro que tuvieron que contratar a trabajadores autónomos: albañiles, fontaneros, electricistas...
Dante.- Quieres decir que no eran imperialistas.
Randal.- Exacto. Para poder construirla rápida y en secreto había que contratar a civiles. Un soldado imperial no sabe instalar un retrete, solo sabe matar y llevar uniforme blanco.
Dante.- De acuerdo, contrataron a trabajadores autónomos. ¿Y eso qué importancia tiene?
Randal.- Todos esos inocentes trabajadores también mueren. Son bajas de una guerra que no les atañe. Ponte en su lugar: tú eres un albañil y el gobierno te ofrece un trabajo bien pagado. Tienes esposa e hijos y una casa en los suburbios. Es un contrato con el gobierno, tiene toda clase de ventajas. De repente, aparecen unos rebeldes que van fundiendo todo lo que pillan con sus rayos láser. A ti ni te va ni te viene, no tienes ideas políticas. Sólo intentas ganarte la vida...
Cliente.- No me gusta interrumpir, pero ¿de qué estáis hablando?
Randal.- Del Retorno del Jedi.
Dante.- Mi amigo quiere convencerme de que los trabajadores autónomos que trabajaban en la segunda Estrella de la Muerte fueron víctimas inocentes de los Rebeldes.
Cliente.- Yo soy un trabajador autónomo: "Reformas del hogar en el acto". Como albañil os diré que las convicciones políticas son decisivas a la hora de aceptar un trabajo.
Randal.- ¿Por ejemplo?
Cliente.- Hace tres semanas me ofrecieron un trabajo. Una mansión preciosa, con una parcela enorme. Sólo había que arreglar las tejas. Me dijeron que si lo terminaba en un día me pagarían el doble. Después me enteré de quién era la casa.
Dante.- ¿De quién era?
Cliente.- De Dominic Bambino.
Randal.- ¿Bambino 'cara de niño'? ¿El gangster?
Cliente.- El mismo. La paga era buena, pero el trabajo era peligroso. Yo sé como se las gastan esos tipos, y por eso le pasé el encargo a un amigo.
Dante.- Así se portan los amigos.
Cliente.- A la semana siguiente, la familia Foresci tomó al asalto la casa de 'cara de niño'. A mi amigo lo mataron de un tiro, no pudo acabar la obra.
Randal.- Increíble.
Cliente.- Yo estoy vivo porque sabía el riesgo que corría trabajando para ese cliente. Mi amigo no tuvo tanta suerte. Todos los trabajadores que estaban en esa Estrella de la Muerte sabían el riesgo que corrían, si les mataron por su culpa. Hay que hacer caso al corazón, no al bolsillo."

Soberbio, ¿no es cierto?

Randal tiene razón. La segunda estación espacial es plenamente operativa en apenas unos pocos años. Dispone incluso del superláser, que emplea contra las naves rebeldes que intentan destruirla.

Es cierto que ya contaban con la experiencia de haber construido la primera Estrella de la Muerte, y que parte de la logística estaba suficientemente ensayada. Sin embargo, para entonces creemos que el Imperio no contaba con la mano de obra wookiee ni geonosiana. Por consiguiente, tuvieron que subcontratar buena parte de la tarea con empresas externas, licitando seguramente los distintos elementos (alojamientos, electricidad, tecnología, energía...) a través de un concurso público. Por desgracia, no contamos con los pliegos de tales convocatorias.

La pregunta es: sabiendo los rebeldes que en la Estrella de la Muerte cientos de miles de civiles trabajaban en su construcción, ¿no estudiaron siquiera un plan alternativo a su destrucción. Una vez desactivado el escudo de fuerza que la protegía, la estación era un blanco fácil. ¿No se podría haber intentado llegar a un acuerdo de alto el fuego? ¿Proponer una tregua que permitiera desplazar a los civiles a un lugar seguro?

No se nos va de la cabeza la imagen del joven Skywalker, abandonando en el último momento la estación a bordo de un transbordador totalmente vacío. ¿No podría haber intentado salvar la vida de algún pobre fontanero? Claro que un humilde trabajador autónomo del gremio de la construcción no merece el mismo tratamiento que un caballero Jedi. Sus propios amigos lo dicen en algún momento de la película: "se le ha subido a la cabeza". ¿Acaso el joven Luke no quería testigos de la "milagrosa" recuperación de su padre a bordo de la lanzadera? ¿No es cierto que tenemos testigos de que se le vio posteriormente en los bosques de Endor? ¿Se ha investigado lo suficiente la muerte del emperador? ¿Es absurdo pensar que fue el propio Darth Vader quien consumó el magnicidio con la ayuda de su hijo?

En fin, esto que cuento de la lanzadera vacía no es más que una anécdota, pero manifiesta una intencionalidad evidente de querer ocultar algo y demuestra un desprecio insoportable hacia la vida de los autónomos presentes en la estación. A los rebeldes poco les importa la pérdida de vidas inocentes, si con ello consiguen acabar con la legalidad vigente representada por el Emperador. Su cruento golpe de estado se cimenta sobre la sangre de cientos de miles de inocentes.

Es una vergüenza que el aparato propagandístico intentará ocultar. Para escarnio de todos.

Menos mal que el tiempo, y la valiente labor de investigación de unos pocos va desentrañando una verdad terrible.

Menos mal que algunos dedicamos nuestro tiempo a cosas serias.


Coda

Igual se ha quedado con ganas de tener su propia Estrella de la Muerte.

No hay problema; sólo necesita este link, pegamento, tijeras y paciencia.

http://www.modelismoymaquetas.org/2007/12/star-wars-estrella-de-la-muerte-death-star.html

Que lo disfrute

Antonio Carrillo.

lunes, 19 de marzo de 2012

Excéntricos





Un excéntrico es alguien que transpira libertad.

Al igual que las plantas liberan oxígeno, los excéntricos liberan inconformismo y un ansia
de aprender infantil e irrefrenable. Todo excéntrico es un tanto inadaptado porque
son incapaces de disimular su asombro, su entusiasmo. Distinguen colores donde
todos los demás percibimos sonidos, adivinan rostros en las sombras de los
árboles y sonrisas educadas en los semáforos. Trasuntan la realidad con sus
cráneos descapotables en los que se reflejan nubes y pájaros migrando. Atienden
al susurro de las horas, recogen los frutos que derraman la luz del sol y
respetan el ritmo de los vientos más tenues y desapercibidos.

Están siempre en un tiempo propio, fuera por tanto de lugar. Y, sin embargo, su visión del mundo nos enriquece a todos, aportando colores nuevos al prisma. Si no fuera por
ellos, lo convencional nos conduciría hacia un desierto vacío de matices y
asombros.

A menudo un excéntrico busca expresiones o gestos propios con los que expresar y
compartir una sensibilidad artística inaccesible para la mayoría. Sería algo así como un
vidente describiendo la Capilla Sixtina en un universo de ciegos. ¿Cómo poner
en palabras tanta belleza?

Observe este vídeo. Verá a una famosa pianista, Mitsuko Uchida, alumna de Wilhelm
Kempff y Stefan Askenase en Viena. Esta intérprete es una de las cinco mejores pianistas
del mundo.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=4XwLwOhZ6lw

¿Le ha parecido excéntrica? Lo supongo. Sin embargo, déjenme decirles algo: esta mujer ha sido capaz de adentrarse de tal manera en la esencia de la música, sin importar la época o el estilo, que se ha ganado una plaza junto a la mejor orquesta del mundo, la Filarmónica de Berlín. Uchida afirma, por ejemplo, que el Concierto para Piano y Orquesta de Schoenberg, una obra moderna y para muchos incomprensible, es una pieza “poco complicada”; para su oído tiene la estructura simple de una sonata de Schubert. Esto nos recuerda las propia palabras del propio Schoenberg: “mi música no es difícil, solamente se toca mal".

¿Qué pasa por la mente de Uchida durante la interpretación de una obra? Sea lo que sea, le obliga a manifestarlo con una gesticulación desatada, incluso estrambótica.

Pero esta mujer desata toda su fuerza ante el sonido que percibe y es capaz de
electrizar a toda una sala de conciertos. Les aseguro que su virtuosismo es
asombroso; su control del tiempo, perfecto.

Es un privilegio escucharla en directo, y no incomoda el que su alma
transida agite su rostro y su cuerpo.

Cosa distinta es la de hacer de tu vida entera un ritual
de excentricidades que se acomoden a un personaje único
e irrepetible. Particularmente, me cuesta creer en la
sinceridad de gestos como los de Dalí, que llenaba el
asiento trasero de su Rolls Royce de coliflores o se
presentaba a dar una conferencia en la Sorbona
vestido de buzo.
Cuando se interpreta el papel de ser Sarah Bernard,
se puede vivir y dormir dentro de un ataúd, pero creo
que se cruza el umbral de lo excéntrico para adentrarse
en la impostura. Y la "prefabricación e imposición del
efecto" me parecen una manifestación de mal gusto y
falsedad.
Francamente, no me lo creo.
Considero necesario distinguir la excentricidad de la simple payasada.

Glenn Gould, al que hemos dedicado anteriormente tres artículos, tenía un
comportamiento extravagante; pero todos los que le conocían afirman que era una persona que no pretendía llamar la atención, y que lo que muchos consideraban manías tenían una explicación perfectamente plausible. Por ejemplo, su manera en absoluto ortodoxa de tocar el piano, casi rozando las teclas con la boca, se debía a una antigua lesión en la espalda. Glenn Gould no jugaba a ser extraño, ni seinventó un personaje acorde con su fama.
Era así, y no necesitó llegar a creérselo.

Einstein es otra figura que resulta excéntrica, y cuya vida está repleta de anécdotas. Tantas que, con seguridad, la mayor parte son falsas. Sin embargo, sí podemos afirmar que era cierto que le gustaba navegar a vela, y que salía en su pequeño balandro precisamente los días en los que no había
viento. Cuando le preguntaron la razón contesto que lo hacía "por el reto".
Esto me recuerda otra anécdota del genial físico referente
a unos clips. Tenía que juntar un fajo de folios, y sus
ayudantes fueron incapaces de encontrar un clip.
Finalmente, Einstein encontró en un cajón uno medio
desarmado, y con una paciencia infinita se afanó en
su mesa intentando que el minúsculo objeto metálico
recuperara su forma original. Al cabo de unos minutos,
un ayudante apareció con una caja repleta de clips
nuevecitos, pero Einstein siguió con su tarea de
recomponer el viejo clip usado. Cuando un estudiante
le preguntó la razón por la que perdía su tiempo
en algo tan aparentemente absurdo, Einstein le
contestó: "es un problema de mi carácter, ¿sabe?
Una vez que me pongo a hacer algo, no puedo dejarlo hasta
que lo consigo".

¿Era excéntrico Einstein? Parece ser que sí; pero no lo era intencionadamente. O, por decirlo
de otro modo, no adoptaba una actitud excéntrica que se acomodara a la imagen
que pretendía dar de sí mismo. Simplemente, era así. Y posiblemente, sin esa
fuerza de voluntad o esa capacidad de vencer cualquier tipo de reto no hubiese
sido Einstein.

Cualquiera que se salga de la norma puede recibir el tratamiento de excéntrico.
Srivinisa Ramanujan, por ejemplo, el matemático hindú que dejó un legado en forma de cuaderno repleto de fórmulas que aún hoy siguen siendo un misterio. Este hombre, de familia humilde, fue un autodidacta que aprendió matemáticas a los 15 años sin ayuda de nadie, y cuyos postulados resultaron útiles tanto en cristalografía como, más recientemente, en la teoría de cuerdas (de la que acabamos de hablar). Murió con sólo 32 años. No es sencillo descifrar lo que
dejó escrito, porque a menudo utilizaba una notación propia que resulta muy complicada de reconstruir en una nomenclatura al uso.

También se salía de la norma Michel Petrucciani. Aquejado de una enfermedad
de los huesos (osteogénesis imperfecta), apenas llegaba al metro de altura.
Sin embargo, esto no le impidió convertirse en un pianista de fama mundial. Hubo
que adaptar los pedales de los pianos para que pudiera tocarlos. Falleció en 1999, y
se le enterró junto a Chopin.

¿Eran excéntricos Ramanujan o Petrucciani por el simple hecho de ser diferentes?
No lo creo.
Eran, sin duda, dos seres humanos excepcionales; pero no se les podía calificar
de excéntricos.
¿Se puede salir entonces de la norma, de lo establecido, sin
resultar excéntrico? Desde luego.
Un ejemplo reciente lo tenemos en el pianista y director de orquesta argentino/israelí
Daniel Baremboim, protagonista de una anécdota maravillosa, cuando se atrevió a
tocar música de Wagner en Israel. Le habían prohibido interpretar una ópera, y
le obligaron a cambiar el programa. Pero al finalizar el concierto se volvió al
público y les anunció que, a modo de bis, iba a interpretar una pieza de
Wagner. Invitó a los que no estuvieran de acuerdo a que abandonaran la sala.
Como unos pocos se mostraron en desacuerdo, Barenboim estuvo media hora
explicando en hebreo las razones para interpretar la pieza. Desde luego, hace falta
valor y entereza para interpretar en suelo israelí la música que sonaba en los
campos de concentración nazi. ¿Fue la de Baremboim una decisión excéntrica? En
absoluto. Tuvo el valor de proponer ante sus conciudadanos el sinsentido que
supone denostar la música de Wagner (o la filosofía de Nietzsche) sólo porque
les gustara a Hitler y sus acólitos. Si hubiera que censurar a todos los
autores que han vertido opiniones antisemitas a lo largo de los siglos,
seguramente nos llevaríamos una sorpresa de lo enorme que es la lista.

Por acabar: describimos la excentricidad como un modo extravagante e inusual
de vivir lo simbólico que afecta a determinados comportamientos más o menos
cotidianos. ¿Hemos establecido algún límite? La sinceridad del gesto, primero. Hay
ocasiones en las que los gestos son impuestos. Además, no basta con salirse de
la norma; el comportamiento debe tener un rasgo extravagante que lo
identifique. Yo diría que, además, una conducta excéntrica no puede resultar
totalmente desadaptativa, porque entonces se vuelve patológica; y sería
conveniente diferenciar a los excéntricos de los perturbados mentales.

Pondré un ejemplo: el del lógico y matemático Kurt Gödel,
gran amigo de Einstein, famoso por sus dos teoremas de la
incompletitud. Gödel podía ser un ejemplo paradigmático
de sabio excéntrico: pensaba que sufría del corazón (a raíz
de unas fiebres reumáticas), sufría colapsos nerviosos
y depresiones, utilizaba abrigos en verano...
y pensaba que tenían la intención de envenenarlo.
Esto último nos hace pensar en un desequilibrio mental
severo, en una paranoia grave que provocó su muerte.
Como sólo comía si su esposa probaba el alimento antes que
él, cuando su esposa enfermó y tuvo que ser hospitalizada,
Gödel murió de hambre.
En el momento de su muerte, en 1978, pesaba 30 kilos.
Gödel era un auténtico genio, sin duda, uno de los más grandes del siglo XX, pero su
comportamiento tenía como base una enfermedad mental.

Por último, una conducta excéntrica - si quiere recibir tal galardón -
no debe afectar a terceros. ¿Era un excéntrico Idi Amin, el dictador
ugandés que desmembraba a sus esposas cuando se cansaba de ellas,
que retransmitió torturas por televisión y practicó el canibalismo
hasta 1979? Era un monstruo y un megalómano, pero prefiero
reservar el término excéntrico para otra categoría de personas.

Tampoco era un excéntrico Saparmurat Niyazov, dictador de
Turkmenistán desde 1985. Cambió de nombre a todos los días
del año, reservándose enero para él mismo; prohibió y declaró ilegales
el pelo largo, el bigote, el teatro, los dientes de oro, el sida o el
maquillaje. Decretó que la infancia terminaba a los 13 años, la
adolescencia a los 25 y no se llegaba a la vejez hasta los 85 años. Su último decreto
en 2006 fue el de construir un zoológico con instalaciones para pingüinos y pistas sobre hielo en el desierto de Karakum, con una temperatura media de 50 grados.

Por sus actos merecería entrar en nuestro cuadro de honor de excéntricos, pero millones de ciudadanos tuvieron que sufrir por sus arrebatos, y muchos miles fueron ejecutados por pertenecer a la oposición.

Excéntricos fueron otros, hombres y mujeres geniales que dieron muestra de su arte o su valía con actitudes fuera de lo común sin que tuvieran que inventarse ningún personaje, ni sufrieran un trastorno mental ni su actitud afectara a terceros.
Excéntricos geniales abiertos al asombro.

Que navegaban y nos enseñan a navegar sin viento.

Antonio Carrillo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

La forma del universo


Introducción


El universo lo es todo.

Bueno. En realidad, esto puede no ser cierto.

Mejor empezar de nuevo.

El universo es todo en lo que existimos. Puede haber más de un universo; pueden ser infinitos, incluso. Pero usted y yo nos hallamos en uno concreto, el nuestro, y por el momento nos vamos a conformar con intentar entender cómo es. Qué forma tiene. Qué futuro se le adivina.

Si fuéramos más ambiciosos (o más inteligentes) nos preguntaríamos no por nuestro universo, sino por el cosmos. El cosmos se define como "lo que ha sido, es y será". Así de sencillo. Hay mentes brillantes afinando intuiciones sobre el cosmos. Pero en este artículo desentrañaremos lo que sucede "en casa" ¿Le parece?



Como verá, será más que suficiente como para provocarle dolor de cabeza a los científicos. También a nosotros.

Espero que sean pacientes. A lo largo de este artículo vacilaremos, y nos encontraremos con más preguntas que respuestas. Ofreceremos a menudo simples conjeturas, hipótesis que den respuesta a fenómenos asombrosos. Pero en más de una ocasión la comprobación empírica resultará imposible con la tecnología actual. Y hay algo más: es probable que nuestra especie, nuestra mente, pueda no estar preparada para encontrar todas las respuestas. Estamos sujetos a un tipo de lógica unidireccional en lo temporal, e inmersos en una perspectiva espacial tridimensional, que nos dificulta enormemente comprender la esencia estructural de una realidad pluridimensional, en la que incluso la "flecha del tiempo", la existencia de un pasado que antecede al futuro, es objeto de debate.

Lo que quiero decir es que puede que seamos simples hormigas elucubrando sobre si la Tierra es redonda. Es posible que el homo sapiens no esté llamado a responder todas las preguntas. Bastante mérito tiene el que sepamos formular algunas preguntas correctas.  

En lo que sigue, por tanto, procuraremos ser humildes.

Empecemos por ofrecer dos opciones: podemos dibujar un esbozo de lo que percibimos desde dentro del universo, como parte integrante del mismo. Nos comportaremos así como pintores que vuelcan en un lienzo lo que tienen ante sus ojos. Buscaremos darle al universo una forma local: galaxias que se agrupan formando cúmulos, que a su vez forman supercúmulos, que a su vez se distribuyen en redes, sutilmente interconectados unas con otras, formando filamentos que delimitan enormes huecos de nada, de vacío. Descubriremos entonces la extraña distribución, en absoluto homogénea, de nuestro universo más cercano. Veremos incluso que en este preciso momento nuestra estrella navega dentro de una burbuja de casi vacío. 




Pero, además, en lo que llamamos estructura a gran escala, es decir, el universo que percibimos a miles de millones de años luz, la realidad que observamos será mucho más extraña. Habrá formaciones tan enormes que resultará difícil asimilar su tamaño, veremos objetos que no deberían estar en ese tiempo tan lejano y fenómenos de una violencia insospechada.

Pero antes de empezar a pintar, quiero dejar dicho algo sobre la segunda opción, sobre otra visión alternativa del universo que estudiaremos al final. Si nos preguntamos por la forma local del universo, basta con analizar lo que nuestros sensores nos indican desde dentro; pero si lo que queremos es preguntarnos por la forma global, por si el universo es plano o curvo, un cilindro o un cubo, entonces tenemos que imaginarnos al universo visto desde fuera. Es decir, deberíamos plantear una forma topológica del mismo.

Pero - me dirán con razón - por definición, fuera del universo, no hay nada. ¿Cómo podemos elucubrar entonces sobre esto? Contamos con formulaciones matemáticas que representan imágenes lógicas y coherentes de una realidad extraña, de otra manera inaprensible. Formulamos hipótesis que obtendrán su refrendo en fenómenos cosmológicos, ahora sí, evaluables. Pero las implicaciones, ya se lo adelanto, serán difíciles de creer.

¿No está entendiendo demasiado de lo que digo? Le ruego un poco de paciencia. Al final, se lo aseguro, habrá merecido la pena.

Vamos a empezar, entonces, por el estudio del universo desde dentro. Si miro por un telescopio o analizo los datos que me aporta un instrumento que mide lejanas fuentes de energía... ¿qué puedo decir del universo?
 

Estructuras de un universo complejo



Lo primero, que es muy grande. ¿Cómo de grande? En realidad, ni idea. Por el momento, lo más lejano que hemos detectado se encuentra a una distancia de más de 13.000 millones de años luz. Es decir, podemos ver fenómenos en su forma de hace 13.000 millones de años. ¿Cómo son ahora? No podemos saberlo. Los fotones o radiación gamma que emitieron tardaron 13.000 millones de años en llegar a nuestros instrumentos de medición, viajando a 300.000 kilómetros por segundo, la velocidad de la luz. Y nada puede ir más rápido. ¿O sí? Lo veremos.

Primera lección, posiblemente la más fascinante de todas: cuanto más lejos vemos algo más atrás nos situamos en el tiempo. Las galaxias situadas a miles de millones de años luz nos muestran un universo joven, con el Big Bang (explosión inicial) muy reciente. Es seguro que lo que vemos o percibimos ya no existe. No con esa forma, al menos. El universo es una abstracción, y nuestros radiotelescopios son auténticas máquinas del tiempo. Mirar al cielo es siempre mirar el pasado.

Díganselo a sus hijos, les fascinará.

He citado a los radiotelescopios, porque a tales distancias es más provechoso detectar mínimas fuentes de energía procedentes del espacio profundo. Este mapeo de bandas de longitud de onda de radiación electromagnética (especialmente las de 21 cm) ordena el universo más cercano, como ya dijimos, en galaxias que se agrupan en cúmulos, los cuales se agrupan a su vez en supercúmulos que se distribuyen en todas direcciones, más o menos uniformemente (al menos en apariencia). Claro que este modelo jerárquico se encuentra con un primer inconveniente: el de explicar las enormes bolsas de vacío que obligan a la materia visible a estirarse formando filamentos. En realidad, lo que la materia hace es perfilar la (casi) nada. ¿Qué es el universo entonces? Burbujas circundadas por filamentos formados por agrupaciones de galaxias.
Estas burbujas, resultado de una menor densidad de la energía primordial que dio inicio al universo, son gigantescas: el vacío de Capricornio, por ejemplo, tiene un diámetro estimado de 230 millones de años luz; y hay uno mayor (500 millones de años luz de diámetro) en la constelación Eridanus, a mil millones de años luz de distancia. Se lo conoce como Lugar Frío del WMAP. Rodeando este vacío, la materia forma nódulos que se estiran en una ligazón gravitatoria en apariencia frágil. De hecho, como veremos, la materia se expande, se desgaja. Se enfría.

Antes de seguir, un breve inciso: la materia representa sólo el 9% del universo (los hay que afirman que sólo es un 4%). A esta materia se le denomina "materia bariónica". Usted, lector, es materia bariónica. Lo restante es un 21 % de materia oscura, de la que sabemos muy poco, y un 70% de algo que llamamos energía oscura, y de la que no sabemos prácticamente nada. Estamos, por consiguiente, especulando sobre la forma de algo de lo que desconocemos prácticamente todo. De hecho, lo que hemos descrito hasta este momento, galaxias, cúmulos y vacíos mensurables, no representa ni el 10 % del universo real. Hay mucho más, solo que no lo podemos ver, medir ni analizar, salvo por la influencia gravitatoria que ejerce sobre la materia.

Escudriñamos el universo hasta alcanzar un punto denominado "Fin de la Grandeza", a unos 500 millones de años luz, en el que las masas vistas desde un telescopio convencional, incluso las virializadas, pierden toda coherencia estructural, se difuminan y parecen homogéneas. Sin embargo, los avances en el estudio de la radiación de fondo de microondas (el eco energético del Big Bang) nos han permitido asomarnos a formas como la "Gran Muralla", descubierta en 1989, que mide 200 millones de años luz de ancho y sólo 15 de profundidad. Una auténtica muralla. O la gran muralla de Sloan, descubierta en 2003: un "monstruo" situado a mil millones de años luz de la Tierra y que aparenta tener una longitud de 1.300 millones de años luz. Los científicos especulan que la materia oscura es la responsable de que se formen estas paredes enormes de materia, al atraer gravitatoriamente las galaxias y estirarlas como si de un chicle se tratara. Toda esta red cósmica de galaxias forma una frontera difusa tras la que nos aguarda lo desconocido; una extensión de 12.000 millones de años luz de enigmas y conjeturas. Más del 90% del universo es territorio casi inexplorado. ¿Por qué?



Primero, porque está muy lejos. Y no sólo es que esté a mucha distancia física. El problema (y la suerte) es que hay una enorme distancia temporal. Como dijimos, cuando observamos fenómenos situados a 12.000 millones de años luz, lo que vemos (lo que nos llega) es el pasado de nuestro universo; cuanto más lejos, más antiguo e inexplicable. El universo primigenio estaba compuesto por un plasma de electrones, fotones y baritones, una masa sumamente energética que se fue enfriando. Si nos alejamos mucho en el espacio (en el tiempo) tenemos que ser capaces de interpretar correctamente los datos y ajustarlos a su escala temporal, y es muy complicado afinar en una medida y comprensión exacta de algo que está tan lejos. Lo que nos llega son, fundamentalmente, llamaradas increíbles de energía, quasars y fuentes de rayos gamma; pero esto es una mínima parte. Debe de haber mucho más.



Segundo, porque en medio hay infinidad de cosas que entorpecen la visión. No es ninguna tontería. La gran muralla de la que hablé anteriormente puede ser mucho más grande, pero por desgracia coincide con el plano de la Vía Láctea, y el gas y polvo de nuestra galaxia interfieren en el estudio de esta estructura. Hacer un estudio en 3D del universo es muy complicado. De hecho, los mejores sensores orbitales, los que ofrecen mejor alcance, llevan apenas un año aportando datos fiables.



Tercero, porque tenemos un problema por el momento irresoluble. ¿Cómo podemos interpretar los datos de una estructura si ni tan siquiera entendemos de lo que está compuesta? Ya dijimos que la materia bariónica representa, como mucho, un 9% del universo. Estamos buscando algo que ni vemos, ni escuchamos ni percibimos. La complejidad del problema se explica porque ni tan siquiera disponemos de una ley universal capaz de dar coherencia a un universo en el que conviven la física cuántica (de lo pequeño) con la proveniente de la relatividad general (de lo grande). Es como si quisiéramos resolver ecuaciones de segundo grado sin haber siquiera aprendido las tablas de multiplicar. ¿Cómo podemos estar seguros de que la interpretación que hacemos de los datos es la correcta, sin un marco de referencia claro y consolidado? De repente, hace aoenas unos meses, unos investigadores descubren que unas partículas tan interesantes y misteriosas como los neutrinos alcanzan velocidades superiores a la de la luz. No creo que esto sea cierto, pero, a estas alturas, tampoco me sorprendería. Me explicaré: la física cuántica describe fenómenos que mi razón califica como imposibles. Por ejemplo, después de separar una partícula en dos gemelas, los cambios que provoque sobre el "spin" de una de ellas (sobre su rotación) afectarán instantáneamente a la otra. A este fenómeno se lo denomina “paradoja EPR”. La "información" le llega a la segunda partícula a una velocidad superior a la de la luz. ¿Cómo es posible? ¿Cómo puede saber lo que ha sucedido con su "hermana"? ¿Cómo se comunican tan rápido? No lo sabemos.

Pondré otro ejemplo aun más extraño: si examino una partícula, el mismo hecho de observarla produce cambios ¡en su pasado! ¿Y cómo se sabe esto? En realidad, no lo sé. ¿Y qué explicación hay? Honestamente, lo que leo al respecto cae sobre el yermo erial de mi incultura en física. Vamos, que no entiendo ni la mitad de lo que me intentan explicar. Pero sí me quedo con una idea verdaderamente asombrosa: la flecha del tiempo, el que haya pasado, presente y futuro, algo tan aparentemente incontrovertible como la gravedad, en este mundo cuántico de lo muy pequeño es discutible y confuso.

Finalmente, con todas las precauciones del mundo, nos situamos a más de 1.000 millones de años en el tiempo y el espacio; y en la lejanía encontramos fenómenos maravillosos que debemos explicar: los quasar, las fuentes de rayos gamma y las manchas Lyman-Alpha.



Tras esas murallas de galaxias de las que hablaba nos llega la poderosa luz de los quasar, desconocidos hasta 1963, fecha en la que M. Schmidt identificó por primera vez el quasar 3C 273, situado a  2.000 millones de años luz de la Tierra. Desde entonces hemos identificado más de 200.000. Todos tiene un corrimiento al rojo (una velocidad de expansión conocida por el llamado "efecto Doppler") considerable, desde 0,06 hasta más de 8. Por tanto, todos los quasar se sitúan a mucha distancia de la Tierra. El más lejano es el ULAS J1120+0641, un objeto asombroso localizado a 12.900 millones de años luz. Es decir, cuando el telescopio de infrarrojo hawaiano localizó su señal, lo que percibió fue una energía que palpitaba en un universo que sólo tenía unos 770 millones de años, apenas un 6% de su edad actual. Eso sí es viajar en el tiempo.



La pregunta entonces es: ¿cómo es posible que percibamos una señal que procede de tan lejos, de casi 13.000 millones de años? La razón es la enorme potencia del quasar: se trata de pequeñas galaxias, del tamaño de nuestro sistema solar que, sin embargo, emiten una radiación equivalente a 100.000 millones de soles. Se cree que tal cantidad de energía procede de agujeros negros supermasivos situados en su centro y que consumen la masa equivalente a docenas de estrellas por año (los más grandes se alimentan de miles de estrellas, y brillan con la potencia de billones de soles). Si disponen de menos combustible, su brillo se apaga, para luego volver a crecer si reciben de nuevo "alimento". Como la cantidad de masa es siempre limitada, un quasar no puede durar mucho más que 10.000 años. Es posible que, después de que el agujero negro haya devorado casi toda la materia en forma de gas y polvo, el quasar se convierta en una galaxia común. Esta es la razón por la que no es posible encontrar quasar cerca de la Tierra. Los quasar son estructuras que siempre pertenecen al pasado. Mueren antes de acercarse a nuestro presente.

El quasar ULAS J1120+0641 del que hablamos es un "monstruo" sorprendente. Su agujero negro es inmenso: millones de veces más masivo que el Sol. ¿Cómo pudo formarse algo tan grande en un universo recién nacido? Es un misterio. Apenas empieza a existir, y el universo genera un fenómeno astronómico que emite la luz de billones de soles. Es una suerte haberlo encontrado. Su luz ilumina lugares hasta el momento inexplorados, y nos permite conocer algo mejor las primeras etapas del universo, algo sobre la "época de reionización", cuando la radiación de las primeras galaxias cambió el estado físico del hidrógeno, y el universo pasó de ser neutro a altamente ionizado. Es decir, cuando las galaxias despejaron la niebla de hidrógeno y empezaron a dar forma al universo tal y como lo conocemos. Esperaremos al 2018, cuando se lance el telescopio James Webb; puede que nos ofrezca sorpresas increíbles.

Podemos preguntarnos mientras tanto: ¿hay algo que esté más lejos? Si lo hay debe ser enormemente poderoso. 



Recibimos una señal muy lejana: la del GRB 090423, una fuente de rayos gamma. El satélite artificial Swift situó esta señal en abril de 2009 a algunos grados de la estrella η Leonis, en la constelación del León, con un corrimiento de 8,2. La energía que percibimos se generó cuando el universo sólo tenía unos 600 millones de años.

¿Qué es una fuente de rayos gamma? Tenemos que precisar que hay dos tipos de fuentes: de larga y corta duración. Las primeras se relacionan con la muerte de estrellas masivas de baja metalicidad y rotación rápida, que colapsan formando un agujero negro. Posiblemente se trate de "estrellas de Wolf-Rayet", astros masivos muy calientes que han perdido casi todo su hidrógeno debido a la presión de radiación. La caída de la materia cercana al núcleo genera que se irradien dos inmensos y concentrados rayos gamma en la dirección del eje rotacional. Se preguntarán... ¿hay alguna estrella de estas características en la Vía Láctea? Es posible, no estamos seguros. Y es importante saberlo, porque, ¿qué sucedería si fuéramos alcanzados por un rayo de esta intensidad?

La radiación que impactara en la atmósfera rompería los enlaces químicos del nitrógeno (por fotolosis), generando con ello óxido de nitrógeno, un agente destructor del ozono. Se calcula que la mitad del ozono desaparecería, con lo que apenas si tendríamos barrera protectora contra la irradiación UVA de los propios brotes y la radiación procedente del sol. La pregunta sería entonces, ¿esto ha podido suceder en algún momento de la historia de nuestro planeta? ¿Alguna vez hemos sido alcanzados por un cañón de rayos gamma? ¿Hubo consecuencias para la biomasa del planeta?

Estudios recientes, de hace apenas dos meses, relacionan las extinciones masivas del Ordovícico-Silúrico, de hace 450 millones de años, que supusieron la desaparición del 85% de las especies, con la irradiación del planeta por una fuente de rayos magma de larga duración. La desaparición de una estrella masiva situada a 1.000 años luz de la Tierra pudo haber sido el desencadenante final de la última y peor fase de la extinción. Pero, a la espera de más pruebas que corroboren esta teoría, todo esto no son sino especulaciones.

Las fuentes de rayos gamma de corta duración, por su parte, proceden, probablemente, del colapso de un sistema binario de estrellas de neutrones, y la subsiguiente generación de un agujero negro. Duran escasos segundos, y su poder es inmenso.
Por cierto, ¿recuerdan que les hablé de las primeras galaxias como "aspiradoras" que limpiaron la niebla de hidrógeno e hicieron transparente el universo en la "época de reionización"? En octubre de 2010 se encontró una, la UDFy-38135539, con un corrimiento al rojo de 8,55. El universo tenía sólo 500 millones de años cuando la luz salió a nuestro encuentro. Por el momento es el objeto más lejano que hemos detectado. Es extraño: una galaxia espiral en una fase tan temprana del universo...

Volvemos a casa; hemos estado muy, muy lejos. Pero antes quiero presentarles unas nubes gigantes de hidrógeno llamadas "manchas Lyman-Alpha". Son enormes, con cientos de miles de años luz de diámetro, muy brillantes y están muy lejos, en esta zona de misterios que hemos visitado, algunas a 11.500 millones de años luz. Si tenemos en cuenta que cuerpos como la gran muralla no está claro que puedan considerase estructuras en sí mismas, se podrían considerar las manchas de Lyman- Alpha como las mayores estructuras del universo. Algunas nubes tienen un diámetro de 400.000 años luz. En su interior, las galaxias se compactan hasta cuatro veces más de lo habitual. Por eso son tan brillantes.



Pero lo prometido es deuda: es hora de volver a casa. ¿Cómo podríamos orientarnos? Una vez atravesemos "el fin de la grandeza" y entremos en esta conglomerado de vacíos, supercúmulos y nódulos, ¿cómo vamos a localizar nuestra galaxia?



Por suerte, contamos con una ayuda inestimable. En el universo hay miles de faros que nos ayudan en la navegación. Reciben el nombre de púlsar, y son estrellas de neutrones que giran y emiten impulsos. Una estrella de neutrones es un cuerpo diminuto, de apenas 25 kilómetros de diámetro, y posiblemente sea la estructura más fascinante de todo el universo.



Cuando una estrella muy grande agota su combustible, explosiona en una supernova. Queda entonces el cadáver de lo que fue la estrella, una pequeñísima esfera tan increíblemente densa que los electrones, con carga eléctrica negativa, se incrustan en los protones positivos, formando así partículas neutras, los neutrones. En su núcleo, se especula que bulle una masa de plasma hiperdenso de quarks-gluones; pero en realidad no podemos estar seguros. En una estrella de neutrones la física se escribe de otra manera, con renglones torcidos. 

Imagine: se acerca a una estrella de neutrones; a usted no le afecta su atracción gravitatoria. Desciende a una esfera que mide 20 kilómetros de diámetro y pesa como dos soles. Es capaz de recoger una muestra en una cucharilla de café. ¿Sabe cuánto pesa en la Tierra esa mínima cantidad de materia? 500.000.000.000 kilos. Nada hay en nuestro planeta capaz de soportar tal peso. Si la dejara caer, atravesaría la tierra miles de veces, hasta que la fricción acabara por detenerla. La materia que cabe en una cucharadita de café convertiría nuestro planeta en un queso de gruyere.

En ocasiones las estrellas de neutrones giran sobre sí mismas cientos de veces por segundo. En la superficie, usted gira a 70.000 kilómetros por segundo. Las partículas de gas o polvo que la estrella encuentra en el espacio caen en una espiral vertiginosa hacia sus polos magnéticos, los cuales emiten chorros de radiación electromagnética: radio, rayos X o rayos gamma. Pero lo asombroso es que, sin que sepamos el por qué, en ocasiones los polos magnéticos de las estrellas, sus "cañones de radiación", no están sobre el eje de rotación. En tal caso, los cañones no apuntan siempre a un mismo lugar del universo, sino que rotan vertiginosos con la estrella. Si la emisión de radiación coincide con nuestro eje de visión, lo que percibiremos será una emisión en forma de pulsos de radiación electromagnética. Este pulso, este encenderse y apagarse frenético, es de una exactitud asombrosa. Tanto, que utilizamos su frecuencia para sincronizar relojes atómicos. Y cada pulsar tiene su firma, como todos los faros de la Tierra tienen un periodo propio. No hay dos púlsar iguales.



En julio de 1967, la joven Jocelyn Bell trabajaba en un radiotelescopio en Cambridge cuando detectó unas señales de radio en forma de pulsos regulares. Enseguida comunicó su descubrimiento a Anthony Hewish, el director del equipo de investigadores. Lógicamente, pensaron que habían encontrado una inequívoca señal extraterrestre. Llamaron a la fuente LGM (Little Green Men u Hombrecitos verdes). Pero cuando realizaron una búsqueda y estudio del fenómeno encontraron 3 señales similares. Finalmente, publicaron el descubrimiento y su explicación. Siete años más tarde Anthony Hewish recibió el Premio Nobel de Física. A Jocelyn Bell le negaron la condecoración porque era estudiante de doctorado. Por cierto; cuando alguien descubre un fenómeno astronómico desconocido se acostumbra a ponerle su nombre. Sin embargo, el primer púlsar descubierto no se llama la estrella de Bell. Tiene el "precioso" nombre de CP 1919.

Hoy en día hay catalogados más de 600 púlsares.

Finalmente, guiados por los pulsar, hemos podido volver a casa, a la galaxia que llamamos Vía Láctea, al brazo de Orion. Fíjese, ¿no observa nada extraño?

Nuestro sistema solar está cerca de un anillo parcial de estrellas jóvenes y masivas. Se calcula que el llamado "Cinturón de Gould" contiene entre 1 y 2 millones de estrellas. Este anillo es bastante grande; tiene un diámetro de unos 3.000 años luz, y se le calcula una edad de unos 50 millones de años ¿Qué pudo provocarlo? Por las fechas, es posible que el cinturón de Gould, que sigue expandiéndose, sea el resultado de una onda de choque producida por la colisión de alguna nube con el disco galáctico. Las fechas coinciden. La onda de choque desestabilizó varias nubes moleculares y causó, al menos, una supernova.

La supernova a su vez abrió un hueco de baja densidad que originó, hace 10 millones de años, la llamada "Burbuja local", el lugar en el que se encuentra la Tierra.




En efecto: nuestro cielo está poblado de estrellas brillantes que proceden de un cinturón gigante, pero nuestro sol viaja en el interior de una burbuja de vacío con una densidad bajísima de hidrógeno neutro. En este momento cruzamos por un área específica denominada "Nube interestelar local", una zona de tránsito entre la Burbuja Local y la Burbuja Loop I. Entramos en esta zona hace 150.000 años (esta fecha coincide con la aparición del homo sapiens), y seguiremos en ella unos 20.000 años más. Hay otras burbujas cerca, como la Loop II y la Loop III. Y seguiremos cruzando por burbujas y nubes a lo largo de los milenios.

Pero, ahora que hemos vuelto, es hora de afrontar la segunda tarea que teníamos encomendada: la de ofrecer una visión externa del universo.
 

Topología de un universo imposible

El estudio de la topología del espacio es, en definitiva, el estudio de su curvatura. Este dato nos ofrecerá una indicación precisa de su forma; y en este ámbito hemos realizado comprobaciones empíricas que apuntan a una misma respuesta: el universo es plano.

Por supuesto, con esto no decimos que el universo sea algo parecido a una hoja de papel; pero si lanzamos dos rayos de luz paralelos no se acercan ni alejan uno del otro. En definitiva; por lo que sabemos, en el universo se cumplen las propiedades de la geometría euclídea. El universo es plano y, como nos indica el corrimiento al rojo de las estructuras estelares, se expande. Y lo hace muy rápido. De hecho, hace 5.000 millones de años (cuando se creó nuestro sistema solar) esta expansión se aceleró enormemente. ¿Por qué? Una vez más, no podemos estar seguros. Pero todo indica que el universo (o al menos la materia que contiene) acabará enfriándose paulatinamente, hasta apagarse.

Decimos que el universo es plano, pero esta afirmación conviene relativizarla un tanto. Todo es un problema de perspectiva. Con un tamaño aproximado de 13.500 millones de años luz el universo parece plano, pero ¿y si el universo es mucho más grande de lo que creemos? Todos los datos indican que no hay curvatura, como en la Edad Media se pensaba que la superficie de la Tierra era plana; pero, en realidad, a una escala mucho mayor, desde una estación orbital, aparece la esfera.

La radiación de fondo de microondas, el eco electromagnético del Big Bang, afirma que no se observa curvatura alguna. El año pasado, tras siete años de observaciones, la Sonda Anisotrópica de Microondas Wilkinson ha trazado el primer plano completo del cielo de microondas en alta resolución. La NASA afirma, con un margen de error de un 0,5%, que estamos en una geometría plana. Pero hay un aspecto que me preocupa: la posibilidad teórica de que vivamos encerrados en una membrana tridimensional que condiciona la percepción que tenemos del universo y que invalida la validez de nuestras observaciones.

En definitiva, cabe la posibilidad de que vivamos encerrados en el "espejismo" de lo que se denomina una "brana". Si esto es así, más vale que olvide buena parte de lo antedicho, y empiece de cero. Porque lo que estoy a punto de contarle es, en verdad, alucinante. (Si a estas alturas prefiere cerrar el blog, de verdad que le entiendo).

Para entender este nuevo barullo tendremos que avanzar paso a paso. Piense en la punta de un bolígrafo apoyado sobre una regla. Para situar un punto sólo precisa un dato: ¿se encuentra situado junto a la marca de 15 centímetros? Con esto basta.




Pero ahora piense en una lenteja sobre la superficie lisa de una tela. Si quiero situarla en el espacio, necesito no uno, sino dos datos: la pequeña legumbre se encuentra en la intersección de una medida del alto y ancho de la tela. Sobre un mapa, en efecto, localizo un lugar utilizando longitudes y latitudes. En realidad, es muy sencillo de entender. ¿No es cierto?

Pero la realidad no sólo tiene superficie; también tiene volumen. No vivimos en un plano, sino en un cubo, y si queremos situar algo dentro de este volumen necesitamos tres medidas, tres dimensiones o coordenadas. Pongamos un ejemplo: con la longitud y la latitud sitúo una persona en una localización concreta, un punto del Mediterráneo, pongamos por caso. Ahora bien, ¿cómo puedo saber si se encuentra nadando en la superficie del mar, sumergido 200 metros a bordo de un submarino o como pasajero de un avión a 10.000 metros de altitud? El volumen exige de tres dimensiones. Con ellas, en principio, podemos situar cualquier cosa en el espacio. Hemos resumido en pocas líneas lo que llamamos geometría.

Pero hay un problema. Las "transformaciones de Lorentz" es el nombre que reciben un conjunto de relaciones que dan cuenta de cómo se relacionan las medidas de una magnitud física obtenidas por dos observadores diferentes. Estas relaciones establecían que no bastaba con una geometría tridimensional. Era necesaria una cuarta dimensión. ¿Cuál?

Estas relaciones establecieron la base matemática de la teoría de la relatividad especial de Einstein, ya que obligaban a sumar a las tres dimensiones espaciales una cuarta dimensión temporal. En el ejemplo anterior, las tres dimensiones le localizan a dos metros sobre la superficie del Mediterráneo, pero la localización exacta debe disponer de un cuarto dato: el tiempo. Si está sobre la borda de un yate que se desplaza a una velocidad de 20 nudos y pretendo localizarlo, debo afinar el momento exacto en el que se encuentra en ese punto. Un segundo después usted ya no está ahí. Se ha movido.

 Le pido disculpas si me he explayado en algo perfectamente obvio que usted ya sabía. Enseguida entenderá el porqué. Cada uno de los pasos anteriores ha sumado una dimensión a la geometría del espacio, hasta llegar a las cuatro que percibimos. Pero el problema es que, en realidad, no hay cuatro dimensiones. Las matemáticas nos dicen que hay once.

¡Once!




Pero, entonces, ¿por qué sólo percibimos cuatro? Los físicos afirman que se debe a que estamos "encerrados" en algo denominado brana. También postulan que la realidad se sustenta en diminutas cuerdas que vibran y constituyen los verdaderos ladrillos del cosmos. Estamos hablando de algo tan pequeño que casi se acerca a la magnitud de Planck. Muy, muy pequeño.

Intentaré resumirlo: nuestro universo es un entorno cerrado (una brana) en el que sólo encontramos 4 dimensiones ¿Cómo se formó? Hay varias explicaciones posibles; puede que en el océano infinito de las cuerdas (o súper cuerdas) se produzcan fluctuaciones que den lugar a singularidades con 2, 4 ó 7 dimensiones. Lo interesante es que las (múltiples) branas se enmarcan en un espacio (ahora sí, un cosmos) de 11 dimensiones denominado "bulk", que se encuentran muy cerca unas de otras, y que hay algo que fluye entre ellas: la gravedad.



Esto es interesante, porque es una manera inteligente de explicar el llamado "problema de jerarquía". De las cuatro fuerzas de la naturaleza, la fuerza nuclear fuerte y débil, el electromagnetismo y la gravedad, ésta última destaca por su aparente debilidad. Esto se explica porque las otras tres fuerzas están confinadas en cada una de las branas, mientras que la gravedad puede fluir de una brana a otra o acabar en el "bulk". ¿Acaso a través de "sumideros como los agujeros negros? No es que la gravedad sea más débil; es que es permeable. ¿Son los agujeros negros vínculos entre universos paralelos?

Podríamos seguir elucubrando más y más. Ello nos llevaría a hablar de la "teoría M", de las "P-branas" y las "D-branas"; de "principio holográfico" y "correspondencia ads cft", de "fermiones" y "tarquiones", “teorías Gauge” etc. Tampoco me parece necesario y, con franqueza, estoy llegando al límite no ya de lo que puedo explicar, sino de lo que entiendo. La teoría de las supercuerdas (más concretamente la "teoría M" de Edward Witten) me interesa porque es la teoría que intenta aglutinar en un todo coherente la realidad. Pero me confieso ya cansado.

Lo dejo en este punto.

Coda 

Les recomiendo la lectura de "El universo elegante" y "El tejido del cosmos" de Brian Greene, un genio que con 5 años era capaz de multiplicar grandes cifras y a los 12 recibió clases particulares de matemáticas de un profesor de la universidad de Columbia. Los libros son fáciles de entender (puedo dar fe de ello) y son una manera relativamente sencilla de adentrarse en las particularidades de la teoría de las supercuerdas, tema en el que Greene es una figura mundialmente reconocida.

También les recomiendo que buceen por internet buscando imágenes sobre estructuras de las que he hablado. Telescopios como el Hubble nos han facilitado fotografías de una belleza sobrecogedora.

Pierdan el miedo a las ciencias, y aborden sin complejos lecturas sobre estos temas. El "yo soy de letras" es una cantinela absurda. ¿Acaso se entendería que un matemático desconociera la existencia del Quijote sólo porque es de ciencias puras? A lo largo de estas páginas hemos visitados murallas inmensas hechas de galaxias, faros repartidos por la inmensidad del espacio, lugares en los que una cucharadita de café pesa más que 100 montañas, rayos de energía capaz de acabar con la vida en la Tierra y espacios en los que gobiernan dimensiones desconocidas, universos paralelos y diminutas cuerdas que vibran construyendo la materia de la que estamos hechos. ¿De verdad no lo consideran apasionante?



A no mucho tardar llegarán noticias del acelerador de partículas CERN. Estén atentos. Y no tengan miedo a leer una crónica periodística sobre cualesquiera de estos temas. Al fin y al cabo, en este universo viven tanto los científicos que intentan buscarle una coherencia como nosotros, legos en tales asuntos, que al menos tenemos la intención de preguntar ¿cómo es mi hogar? ¿Cómo empezó todo? ¿Cómo será su final?

¿Qué es la realidad?

Antonio Carrillo