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viernes, 11 de marzo de 2016

El caminar del gato y otras divagaciones



Mamá me tiene dicho que no divague.

Yo no divago”, me defiendo.” La realidad misma insiste en hacerlo”.

La realidad se asemeja al espectáculo pirotécnico: de un único cohete estallan cien ramificaciones, iluminando la oscuridad de nuestro cráneo con el fulgor de mil respuestas y muchas más preguntas, con el brillo del asombro cotidiano que no nos permite caer en la molicie de la senda trillada. Es un laberinto de recodos insospechados, un devenir fabuloso en el que la razón se eleva bajo el impulso de la imaginación y de la búsqueda.

Estar vivo es mirar. Es detenerse en la lectura, porque algo ha desperezado a los duendes que nos habitan.  Es desplegar mapas en la mente sin fronteras ni visados. Es la libertad de soñar caminos nunca hollados por persona alguna.

Yo no divago. Sólo tengo los ojos abiertos.

Observo a mi gato. Se mueve con una elegancia hipnótica. Se desplaza como si flotara, como un fluido silente y cauteloso, orgulloso y perfectamente consciente de su importancia, de que lo observo.

La perra, a mi lado, fiel y complaciente, también lo mira embelesada.

El caminar del gato es único. Mueve ambos miembros de un solo lado a la vez; el delantero y trasero del lado izquierdo. Después los del lado derecho. No alterna ambos lados, como el resto de los cuadrúpedos, incluidos los otros felinos. Esta locomoción extraña es posible por su constitución: el gato tiene más huesos que el ser humano, una enorme cantidad de músculos poderosos y unas articulaciones muy flexibles. Su sistema nervioso y un perfecto sentido del equilibrio ayudan a que su andar sea ágil y efectivo. Con su pata trasera pisan casi en el lugar exacto donde vemos la huella que dejó la pata delantera.

Es curioso; sólo hay dos animales que caminen de esta manera: la jirafa y el camello.

El camello, mucho más torpe que el gato, se balancea al caminar. Se le conoce como “el barco del desierto”. Sin embargo, que su aparente torpeza no nos llame a engaño: el camello es una máquina de resistencia casi perfecta, capaz de soportar las condiciones más duras durante 18 horas diarias. El camello se enfrenta al reto del Sahara, con sus 9 millones de kilómetros cuadrados. Casi 18 veces la superficie de España.

Por cierto, en el colegio mi hijo ha estudiado que el Sahara es el mayor desierto del planeta. Y no es cierto. El mayor desierto de la Tierra es la Antártida, con 14,2 millones de Km2. Que la presencia de agua congelada no nos llame a engaño: en el interior del continente austral las precipitaciones apenas alcanzan niveles de 50mm al año.

Más acotaciones: he hablado de camellos cuando debería haber hablado de dromedarios. Los camellos no viven en África, sino en Asia. Tienen dos jorobas y el pelo largo, para soportar los rigores climáticos de la altiplanicie tibetana o los cambios de temperatura del desierto del Gobi. Este pelo frondoso posiblemente ayude a los camellos a soportar la radiación procedente del sol cuando se encuentran en altitudes superiores a los 3.000 metros. En esto me recuerdan a las llamas o las alpacas de Sudamérica.

Pero…. ¡si son de la misma familia!. Camellos, dromedarios, alpacas, llamas o vicuñas son todos miembros de la familia camelidae. Todos ellos tienen los glóbulos rojos con forma elíptica (curioso), una misma musculatura en las patas y una misma dentición. Tienen tres cámaras en el estómago (no cuatro, como los rumiantes) y en vez de pezuñas tienen dos dedos.

Y camellos y llamas escupen.

Y sí: los parientes americanos también se mueven desplazando simultáneamente las dos extremidades del mismo lado. Por tanto, no hagan mucho caso de lo que puedan leer por internet: como el gato caminan el camello, el dromedario, la jirafa, la vicuña, la alpaca, la llama y el guanaco.

Alguno se preguntará… ¿acaso el camello procede de América? Lo cierto es que sí. De Norteamérica. Hace 40 millones de años los camélidos apenas si llegaban a medir 80 cm. Mucho más tarde, hace unos 3 millones de años, cuando se congeló el estrecho de Bering, algunos camélidos pasaron de América a Eurasia. Ni iban solos: otras especies también emigraron hacia nuevos horizontes. Por ejemplo, el caballo.

Sí. El caballo procede de América. Es paradójico que millones de años más tarde volvieran a la tierra de sus ancestros embarcados en navíos españoles.

Dejo que el cerebro divague. Es bonito encontrar conexiones y paradojas: el gato camina de manera extraña, de camello lo hace también, el dromedario se protege del sol, esto lo emparenta con la alpaca, los dromedarios proceden de América… pero ¿y la jirafa? ¿Seré capaz de encontrar un nexo, algo más que entrelace este tapiz complejo y fascinante?

Pienso en una especie extinta de camélido americano: el Oxydactylus. Se parecía a la jirafa, con largas patas y un cuello muy largo, para comer de los árboles. Podría ser un antecesor; pero no. La divagación sólo admite un límite: el rigor.

La jirafa tiene su origen en Europa, y tiene un solo pariente cercano vivo, el raro (casi extinto) okapi. Cuando los europeos descubrieron a los okapi pensaron que era un équido, emparentado con las cebras, porque mostraba las mismas rayas blancas y negras en su parte posterior. Pero las huellas demostraron que no tenían casco, sino dos dedos. Jirafas, okapis, llamas, camellos… todos pertenecen a un mismo orden, el de los artiodáctilos; los animales cuyas extremidades terminan en un número par de dedos. Es un vínculo, lejano, pero vínculo al fin y al cabo.

¿Saben qué nos dio la pista sobre el vínculo entre el okapi y la jirafa? La lengua. Ambos tienen la lengua negra, muy larga (medio metro en el caso de la jirafa). Son capaces incluso de limpiarse el interior de las orejas.  

Y el okapi camina del mismo modo que la jirafa, el camello o el gato. La lista se alarga. Sospecho que habrá más.

Me queda algo pendiente, un vínculo entre el camello y la jirafa. Algo.

Recuerdo a Julio César y su campaña en África. A su vuelta trajo consigo la primera jirafa. Los romanos, fascinados ante este nuevo y extraño animal, lo llamaron el "camellopardo"; decían que tenía la cara del camello y las manchas del leopardo. En 1758 Linneo le dio su nombre científico: Giraffa camelopardalis. Es su nombre actual. Ya tengo la relación que buscaba.

Otro día hablaré de la jirafa y su relación con los astronautas y el sistema circulatorio. Pero ya he divagado bastante por hoy ¿no les parece?

En este laberinto la Antártida, Julio César, la protección el pelo contra la radiación solar o la lengua negra nos han llevado de la mano del asombro.

¡Es tan maravilloso estar despierto a la vida!

Antonio Carrillo

lunes, 20 de febrero de 2012

Un universo de curiosidades



La historia, la vida, es un universo de curiosidades.

Espero sorprenderles.





Cuando aparecieron, los botones eran carísimos, y solamente las mujeres más ricas se los podían permitir. Como estas mujeres de clase alta disfrutaban del privilegio de tener doncellas, se pusieron los botones a la derecha, para así facilitar la tarea de las criadas.

Los hombres, sin embargo, se vestían solos. Es por ello que sus botones estaban a la izquierda.

Esta costumbre perdura hoy en día.





En la Cámara de los Comunes británica, el gobierno y la oposición se sitúan muy cerca, tanto que casi parece que se puedan tocar. La distancia se corresponde con exactitud a la longitud de dos espadas. Esto simboliza la idea de que jamás se utilizará la violencia en la confrontación política.






La mayor goleada de la historia en primera división se produjo en la liga escocesa, en 1885. El Albroath goleó por 36-0 al Bon Acord en 1885. No sabemos si el entrenador fue sustituido.





En la antigua Roma tenían una extraña costumbre: una vez vaciadas, rompían las ánforas y tiraban a un único vertedero los restos. No les resultaba rentable lavar los recipientes y volver a utilizarlos. Con el paso de los siglos, muchos millones de fragmentos (testas) llegaron a formar una colina de 30m de altura, hoy conocida como el monte Testaccio. La mayoría de las ánforas procedían de la Bética (Andalucía), y contenían aceite de oliva.





El sitio más lluvioso del mundo es el monte Wai-ale-ale en Hawai. El sitio más árido el desierto de Atacama, en Chile. El sitio con más viento es Port Martín, en la Antártida, y el lugar con más rayos es el lago Victoria. El lugar más caluroso está en Etiopía, y el más frío en la Antártida.





¿Tiene el pelo liso, o rizado? ¿Nunca se ha preguntado la razón? El pelo nace desde el interior de la piel, insertado en un tubo llamado folículo. Si el folículo tiene forma ovalada, el pelo saldrá rizado. Si el folículo es plano, el pelo será ondulado. En el caso de los folículos redondos, el pelo crece liso.




Una gallina de Mount Morris, en el Estado de Nueva York, batió un récord en 1971 al poner un huevo con nueve yemas en su interior.





Rodrigo de Triana es famoso por su grito "tierra" a bordo de la nave “La Pinta”, lo cual le hacía merecedor del premio prometido por el almirante al primero que viera tierra firme. Sin embargo, de regreso a España, para desgracia de Rodrigo, Colón no cumplió (u "olvidó") lo prometido.

No está muy claro dónde nació. Al parecer, hay cierto consenso sobre su nacimiento en Sevilla; pero en el municipio de Lepe están convencidos de que Rodrigo nació en su ciudad. Tan convencidos están, que en el escudo de armas de Lepe aparece Rodrigo, señalando tierra firme.






Una jugadora de golf de Pennsylvania, a principios del siglo XX, tuvo la mala fortuna de que su bola acabara en un río de aguas poco profundas, en el hoyo 16. Terca, tomó una barca y consiguió acabar el hoyo. Necesitó 166 golpes para introducir la bola.





El rey inglés Eduardo VII llega a la estación de Rathenau, en Brandenburgo, Alemania, en visita oficial. Era el 9 de febrero de 1909, y debía de hacer un frío considerable. Sin embargo, los que entraron en calor fueron los músicos de la banda militar encargados de recibirlo. El monarca inglés debía bajar del tren luciendo el uniforme de mariscal de campo alemán, pero debió de haber algún problema con las medidas, porque Eduardo VII no conseguía enfundárselo. Es cierto que las imágenes dan idea de una cierta robustez. 

Mientras tanto, los músicos, que habían comenzado la interpretación del himno inglés "Dios salve al rey", se vieron obligados a repetir la melodía 17 veces seguidas. Desde luego, las autoridades alemanas que aguardaban en el anden se aprendieron el himno, estamos seguros.




Igual le sorprende: si se pesasen todos los animales del planeta, las hormigas supondrían ellas solas el 10% del total.





El rey Gustavo III de Suecia, un hombre infeliz, estaba convencido de que el café era un veneno. Para demostrarlo, condenó a un asesino a tomar café todos los días hasta que se produjera su (inmediata) muerte; y a otro delincuente le indultó con la condición de que bebiese té a diario.

El experimento fue seguido por una comisión médica y resultó un fracaso: Los primeros en morir fueron los médicos, luego el rey y muchos años más tarde el bebedor de té.

Por último, el feliz bebedor de café tuvo una larga vida, y los sobrevivió a todos.




En 1948, durante la guerra entre judíos y árabes, el embajador de los EEUU ante Naciones Unidas, Warren Austin, pronunció un discurso memorable ante las delegaciones de ambos bandos, sugiriendo que arreglasen sus problemas "como buenos cristianos".

Por desgracia, no disponemos de las imágenes de las caras de los delegados.
 



Hay una planta, el bambú del Amazonas, cuyas hojas pueden llegar a medir 20 metros. Sin embargo, la lenteja de agua flotante tiene unas hojas pequeñísimas, de 0,6 milímetros.

Por su parte, hay un nenúfar gigante, el "Victoria Amazonía", que parece una enorme balsa sobre el agua, con una anchura de dos metros y medio. Soporta el peso de un niño.


¿Logré sorprenderles? 

Antonio Carrillo