lunes, 2 de junio de 2014

Diabulus in musica

 


En el piano tocamos teclas blancas, y otras más pequeñas de color negro.  Cuando pulsamos una tecla negra tocamos la mitad de un tono; si es “hacia arriba”, a esta alteración la llamamos sostenido, y bemol si es “hacia abajo”. El sostenido de una nota es el mismo sonido que el bemol de la siguiente. En realidad, es la misma tecla negra.
En ocasiones la música la interpretamos en un "modo menor", y suena "más triste" o melancólica (o, al menos, así lo percibimos) Si sólo tocamos negras la música suena a “oriental” ¿Por qué? Porque la música oriental se compone sólo de 5 notas; y 5 son las teclas negras que hay en una octava. Pruebe a tocar sólo notas negras en un piano: parecerá una melodía china.

 
Una cosa más: en el piano las teclas negras se agrupan de intervalos de dos y de tres. Hay dos tránsitos, de Mi a Fa y de Si a Do, en los que no hay teclas negras. Esto se debe a que estos intervalos no corresponden a un tono, sino a medio tono. Les aseguro que ha costado mucho esfuerzo llegar a un acuerdo al respecto.
Cuando tocas tres notas juntas (acorde) o en rápida sucesión (arpegio) a veces “suenan bien”, y otras no. Llamamos tonales a los sonidos que suenan bien y atonales aquéllos que no se conjugan armoniosamente. En general, hacemos acordes “agradables al oído” dejando una distancia tipo de tres y cinco notas (Do, Mi, Sol). El acorde llevará el nombre de la primera nota (acorde de Do mayor).
 
Esta larga introducción tiene como fin el hablarles de un fenómeno inaudito que sucedió hace siglos; de unas notas musicales que estaban prohibidas.
Para ello me tengo que ir muy atrás en el tiempo, a una época sin partituras tal y como las conocemos, una época sin acordes y en la que un Sol sostenido no era exactamente igual a un La bemol. Y nos vamos tan lejos, a la Edad Media, para hablar de un intervalo prohibido por la iglesia.

Para hablar del “diabulus in musica”.
 
El tritono en música es un acorde (un arpegio en la Edad Media) que incluye tres tonos enteros (no tres notas) entre la primera y la última nota. Por ejemplo, en el acorde de Do tendríamos un tono entre Do y Re, otro tono entre Re y Mi y ¡ojo! Sólo medio tono entre Mi y Fa ¿Recuerdan lo de los intervalos en los que faltan teclas negras? Tengo pues dos tonos y medio; me falta un semitono para tener un tritono ¿Cómo lo resuelvo? Subiendo la última nota (Fa) medio tono y tocando la tecla negra (Fa sostenido). Este arpegio (Do, Mi, Fa sostenido) estaba prohibido en la Edad Media; se pensaba que el diablo podría entrar dentro del cuerpo de las personas a través de su sonido ¿Por qué?

Tal acorde causa desasosiego. Nuestro oído musical está acostumbrado a una armonía en la que los sonidos encajan en un equilibrio bellamente conseguido; basta una variación de medio tono para que el edificio se tambalee, pidiendo una resolución temperada.
El tritono se utiliza para crear ambientes emocionales inestables, como en las películas de miedo.
Es por esto que estaba prohibido; la música representaba la perfección formal de Dios, y todo quebranto de la norma era peligroso. Los medievales pensaban (y no estaban muy equivocados) que la música se entrelaza con hilos invisibles con el alma humana.
Por cierto, para evitar el problema del “diabulus in musica” los interpretes medievales solían prescindir de la nota Si. (Guido de Arezzo cambió la nota Si por Si bemol el 991.)
Finalmente, ¿cómo se resuelve un tritono? Depende de dónde esté la última nota de la escala, la llamada “nota sensible”. Si la última nota es la más aguda, se sube un semitono; en el ejemplo anterior, pasaríamos de fa sostenido a sol. Si la sensible es la más grave se baja un semitono.
La música utiliza mucho este recurso para generar tensión. Y el tritono reina en el Jazz y su maravillosa improvisación. También hay tritonos en la música Heavy, a menudo utilizados sin que los compositores sean conscientes de ello.
Por último, esto que acabo de explicar, ¿es universal? No. La música tiene un componente cultural importantísimo. Por ejemplo, en la europa occidental utilizamos intervalos de tercera, como expliqué, pero en países europeos más orientales, como Hungría, utilizan a menudo acordes de segunda (Do, Re).
Música y demonios; la música como don casi divino.
Perdonen lo aburrido del artículo. Sirva como excusa el que la música forma parte de mí.
 
Antonio Carrillo

3 comentarios:

  1. Hola Antonio:
    ¡Qué bueno que haya quienes, como tú, aún se interesan por "todo lo humano" (desde la genética hasta lo "propio de las musas")! Gracias.
    Unas cuantas precisiones:
    1. Todas las teclas negras están a una distancia (intervalo) de medio tono de las blancas adyacentes.
    2. Entre más teclas negras haya en una música, ésta estará más alejada de la tonalidad de do mayor, no será más triste. Así la tonalidad más alejada de do mayor será fa sostenido mayor, con siete alteraciones (sostenidos). [Cero alteraciones = do mayor o lá menor. Siete sostenidos = fa sostenido mayor o re sostenido menor; enharmónicos de sol bemol mayor y mi bemol menor.] Lo triste o alegre de una escala dependerá de que sus segundas, terceras, sextas y sétpimas (intervalos: supertónica, mediante, subsensible y sensible) sean menores o mayores.
    3. Las escalas de cinco tonos (pentatónicas) también pueden sonar a música africana, andina y de blues.
    4. Un acorde es cuando tres o más notas suenan siultáneamente. Un arpegio es cuando suenan en rápida sucesión, "como en el arpa".
    5. Un intervalo es la distancia que hay entre dos notas, ya sea que se ejecuten como parte de un acorde, de un arpegio o de una melodía.
    6. Prueba de la influencia cultural en el gusto musical es que hoy en día el medieval "Intervalo del Diablo" ha sido utilizado como melodía por Leonard Bernstein en la canción de amor "María" y en el tema de ¡"Los Simpson"! (Escúchense las dos primeras notas.)
    Estoy enviando el comentario como "anónimo" por "facilidad cibernética", pero soy Ricardo Delgado R. (véase mi perfil en LinkedIn).
    Saludos.

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  2. Ricardo ¡Gracias!

    Ya he cambiado lo del arpegio, que no sé por qué definí mal.

    La precisión del punto 2 es muy oportuna, y cierta. El problema de escribir un texto sin querer profundizar en cuestiones técnicas es que a menudo lo que se dice es inexacto. Lo que quería decir es que una melodía en, pongamos por caso, do mayor, (la más conocida) "suena más triste" si la tocamos en un tono "menor"; en este caso un do menol que se ejecuta en el acorde de triada con un bemol en el mi. Además, como muestra su armadura, hay dos bemoles más en en si y la.

    si, mi, la, (re, sol, do, fa)

    Pero, claro, mi bemol mayor, que es una tonalidad mayor, tiene los mismos bemoles en su armadura; suena tan robusta en los vientos que es la tonalidad de la sinfonía Heroica de Beethoven.

    Veré como arreglo esto en el texto. No quería profundizar demasiado, porque podía resultar farragoso.

    Lo dicho; muchas gracias y un saludo

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  3. Antonio, gracias.
    Acabo de recordar mis años de estudios musicales y me he añorado de la armonía, esa matemática musical complicada en la que entré gracias a una genial profesora.

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