viernes, 1 de mayo de 2015

El país de los sueños


 
 
Hay un país sin fronteras,

un territorio sin amos,

sin himnos, dioses o leyes,

sin presos, muros ni esclavos.

 

 

En el país de los sueños

todo se vuelve más claro,

el corazón se alimenta

de lo que estamos soñando.

 

 

Recuperamos el nombre

que de niños nos negaron.

Es el país del orgullo

de los más necesitados.

 

 

En el país de los sueños,

en un rincón apartado,

un solitario se encoge

para sentirse más sabio

 

 

En el país de los sueños

he caminado, despacio,

por una orilla de besos

y un leve roce de manos.

 

 

En el pais de los sueños

a menudo estoy callado.

Es el hogar del silencio

cuando se hace necesario.

 

 

En el país de los sueños

tengo a mi perra esperando,

está mi padre durmiendo,

y no quiero despertarlo.

 

 

Hay un notario que sueña

su sueño de ser payaso,

un profesor sin materias

y una verbena en mi barrio.

 

 

En el país de los sueños

hay un jazmín en tu patio,

y un militar que deserta

porque no quiere hacer daño.

 

 

Es el lugar de la magia,

de los versos más amargos,

de los buenos chistes nuevos

y los viejos chistes malos.

 

 

En el país de los sueños

siempre se anda descalzo.

Es un lugar sin promesas

y es el descanso del llanto.

 

 

En el país de los sueños

es donde vivo a diario.

Me quieren dar más pastillas

para poder olvidarlo.

 

Es mi país de los sueños.

Es lo que soy.

Lo que canto.

Antonio Carrillo

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