viernes, 21 de octubre de 2011

Viaje de novios al espacio




Sueñe….

Hoy es 21 de octubre del 2111.

Es su primer día de viaje de novios; y está nervioso. No es para menos: se va muy, muy lejos. A 37.590 kilómetros de altitud, en donde le espera un hotel situado en órbita geoestacionaria sobre la Tierra.

El traslado se realiza gracias a unos “ascensores de levitación cuántica”, un invento sorprendente que ha permitido a la especie humana alcanzar el espacio sin usar combustibles fósiles; ha bastado con la invención de materiales superconductores que, a temperatura ambiente, permanecen atrapados de forma rígida en campos electromagnéticos, lo que les permite mantener la distancia y posición relativa con el cuerpo que genera el campo.

La superconductividad por captura de quantum, que es como se llama al fenómeno, no implica desgaste por fricción, ni necesitan que se generen campos magnéticos por medio de corrientes eléctricas. Los ascensores no flotan, como sucedía hace siglos con los trenes de levitación magnética, sino que se bloquean envueltos en campos magnéticos de una intensidad inimaginable. La nanotecnología aplicada a los superconductores, faceta en la que fue pionero Fermín González, permite generar una enorme cantidad de kilos de empuje por unidad de energía.

Es rápido, seguro y barato.

Usted llega al mostrador de embarque, y un escáner de retina confirma su reserva. Muy pronto estará cómodamente sentado en unos sillones, convenientemente sujeto, y disfrutando de un espectáculo fascinante: la Tierra se aleja y acaba adentrándose en la oscuridad del espacio.

A su lado, su esposa mira absorta. Se cogen de la mano.


Volvamos….

Este video es muy reciente; de hace dos días. Expertos de la Universidad de Tel-Aviv hacen una demostración de levitación cuántica durante la reunión de la Asociación de Centros de Ciencia y Tecnología celebrada en Baltimore.

Créaselo. Lo que va a ver es real.



Y  ahora sí, sueñe….


Antonio Carrillo

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