Como todo el mundo sabe, la
filosofía es algo sin utilidad alguna que se estudia por gentes desaseadas con
el pelo largo.
He creído conveniente resumir toda
la filosofía en unas pocas frases, de tal manera que el ecosistema twittero pueda
convalidar, con esta breve lectura, su condición de filósofos, prescindiendo de
tonterías como la Lógica Cuantificacional, la Estética o la Metafísica.
Por fortuna para todos, hay mil
veces más jóvenes estudiando Derecho Mercantil que Ética; pero el saber no
ocupa lugar, y no le incomodará dedicar unos minutos a esta minucia, si con
ello adquiere la condición de humanista. Imagine: en cualquier reunión podrá
poner los ojos en blanco mientras declama: "a mí Demóstenes me
subyuga".
Eso es ser filósofo. Eso, y llevar
bufanda.
Empecemos pues: la filosofía se
divide en dos grandes grupos, los presocráticos y los demás. Recomiendo a la
comunidad twittera optar por la filosofía presocrática, dada su concisión y
facilidad de uso, acorde con nuestra naturaleza minimalista.
Es sencillo: para ser un
presocrático sólo es necesario utilizar el pronombre "todo" seguido
del verbo "ser" y cualquier sustantivo que se le ocurra. Por ejemplo:
"todo es agua" le convierte
en seguidor de Tales, "todo es lo
indeterminado" le acerca a Anaximandro; o "todo es aire" le señala como seguidor de Anaxímenes. "Todo es inmutable" es frase de
Parménides, "todo es fuego"
de Heráclito y "todo es tierra"
de Jenófantes.... pero en aras de la concordia, les recomiendo a Empédocles:
"todo es tierra, agua, cielo y fuego".
Empédocles tiene otra ventaja; su muerte arrojándose (supuestamente) al volcán
Etna le confiere un halo mistérico muy atractivo.
¿Es usted de ciencias? "Todo es número" de Pitágoras le
resultará afín. ¿Acaso práctica la pesca? Siempre podrá decir que "nunca te bañarás dos veces en el mismo río".
Las posibilidades, como verán, son infinitas.
Hala, ya es usted filósofo. Puede
incluso crear su propia escuela de pensamiento. Si es amante del gimnasio y el spinning puede declamar "todo son mancuernas" o, mejor aún,
puede rasgarse las vestiduras bajo el lamento "todo es android 4.0". Poco importa.
No olvide la bufanda.
Si decide no ser presocrático, la
cosa se complica, aunque hay todavía ejemplos de concisión admirables. El
"pienso luego existo" de
Descartes no es mala frase, aunque cobra más fuerza en latín. Muy conocido y
sugerente es el "Dios ha muerto"
de Nietzsche, aunque se arriesga a la respuesta del graciosillo: "Nietzsche a muerto, firmado: Dios".
"La existencia precede a la esencia"
de Sartre, "sólo hay mundo donde hay
lenguaje" de heidegger o "no
se puede aprender filosofía, tan sólo se puede aprender a filosofar"
de Kant dan mucho juego. Pero, como verán, cuesta encontrar titulares concisos
y claros. La cosa se vuelve enrevesada, y corremos el riesgo de tener que leer
un libro. Mejor parar en este punto.
Por acabar, la frase filosófica
por excelencia es la archiconocida "sólo
sé que no sé nada". Recuérdela, le puede sacar de cualquier apuro.
Pero si quiere darle a su discurso un punto socarrón y culto, le recomiendo a
Pirrón de Elis (en la versión que nos ofrece Montaigne), el primer filósofo
escéptico que supo darle un giro divertido a lo dicho por Sócrates:
"Sólo sé que no sé nada; o eso creo".
Lo malo es que el tal Pirrón se
arrancó las cuerdas vocales, para no tener que opinar. En esto, como en lo de
arrojarse a un volcán, conviene adoptar una actitud menos comprometida.
Eso sí: no olvide la bufanda.
Antonio Carrillo