Dedicado al verdadero Peter Maude, un inglés de la BBC que goza de muy buena salud. Un amigo.
Peter Maude se encuentra cuidando de sus queridas flores, en su pequeña propiedad cercana a Londres.
Es mediodía, y hace calor.
Le fecha es el 28 de agosto de 1485, y se percibe mucha agitación en el ambiente: el nuevo rey Enrique VII llega a Londres tras su victoria en la batalla de Bosworth, en Leicestershire. No es un rey popular, y además corren rumores sobre una misteriosa enfermedad que golpea inmisericorde las poblaciones por las que pasa la comitiva real.
Peter Maude no es un hombre supersticioso, pero comienza a sentir una extraña opresión en el pecho. No sabe por qué, pero de repente percibe el ocre sabor del miedo en su boca. En unos minutos, siente que su cuerpo se agarrota por el pánico.
Es un hombre sano, de 38 años de edad; pero se siente desvalido e inquieto. Y no sabe la razón de tanta zozobra.
Media hora más tarde, ya en el interior de su vivienda, Peter nota un entumecimiento de los músculos, y sufre un enorme dolor de cabeza. Pero lo más extraño es el sudor. Peter transpira copiosamente, a pesar de encontrarse en el interior fresco de la casa, y de no tener fiebre. Su cuerpo está frío y empapado.
Sufre de convulsiones y se adormece.
A las dos horas de empezar los extraños síntomas el estado de Peter empeora por momentos. El dolor en el cuerpo empeora, y afecta a extremidades, cuello y espalda. Ha comenzado a sangrar copiosamente por las fosas nasales, y no responde a su esposa, quien angustiada observa impotente cómo su marido se muere a una velocidad asombrosa.
Estudio sobre el "sudor Inglés" de Euricius Cordus |
Dos horas más tarde, apenas cuatro horas desde que empezó a percibir el miedo irracional en su jardín, Peter Maude fallece.
Con Peter mueren muchos miles de ingleses, en un horror que asolará pueblos y ciudades, a ricos y pobres, bosques y pantanos. Es una enfermedad que tiene confundidos a los médicos de la época. Los síntomas son extraños, la muerte se produce a las pocas horas y, por si fuera poco, sólo afecta a hombres adultos, entre 14 y 55 años. Apenas afecta a las mujeres, y no se conocen casos en niños ni ancianos. ¿Cómo es posible?
El horror durará unos años, siempre en verano, y desaparecerá de repente. Todavía hoy no sabemos su causa, ni podemos explicar sus síntomas ni su etiología.
Sólo tenemos un nombre: Sudor Inglés.
Y un deseo: que no vuelva.
Antonio Carrillo
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