ADULTERIO
Podría parecer que estamos ante una palabra con una etimología clara: adulterio sería algo así como la " conducta de un adulto"; pero no es así.
La palabra procede del latín adulterium, que a su vez proviene de la unión de ad (“con”) alter (otro). En definitiva, adulterio sería “irse con otro”.
Pero Robin Lane Fox propone una etimología distinta y fascinante. Según afirma en su obra “El mundo clásico”, la palabra adulterio deriva de la expresión latina ad alterum, que significa “a otra persona”, y su origen lo hayamos en una práctica legal sorprendente.
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Ahora bien, para poder acabar con la vida del hombre tenía que matar primero a su propia hija. Sólo entonces podía actuar "hacia otra persona" (ad alterum). De esta exigencia vendría la palabra “adulterio”.
Etimologías aparte, resulta interesante que en el caso del marido la cosa era un tanto menos simple. No podía matar a su esposa, ni tampoco al amante, salvo si éste era un personaje de dudosa reputación. Ahora bien, la Ley le permitía disponer del hombre durante veinte horas, durante las cuales podía hacerle confesar su falta. Es fácil adivinar que para el osado aventurero serían unas horas francamente largas, especialmente si tomamos en consideración una costumbre inveterada que los romanos heredaron de los civilizados atenienses: la de introducir un raphanus sativus en el recto del desdichado amante.
Finalmente, ambos delincuentes eran desterrados a una isla y perdían buena parte de sus bienes. A la mujer se le prohibía volver a contraer matrimonio.
Curiosamente, el año 2 Augusto se vio obligado a desterrar a su propia hija, la casquivana Julia, a la isla de Pandataria.
Antonio Carrillo Tundidor
Antonio Carrillo Tundidor
Muy bueno el artículo. Sobre todo lo del final... Raphanus sativus... Felicidades por el blog. Muy vivo y con contenidos interesantes!
ResponderEliminarUn abrazo,
Guille