Mi
esposa se fue hace dos semanas. De repente. Un cruel aneurisma cerebral heló su
sonrisa contagiosa, silenció la palabra.
Se llevó la luz, los colores, la música.
Sólo
tenía 47 años.
He
perdido para siempre a mi mejor amiga, mi confidente y mi alegría.
Todo me
recuerda a ella porque ella lo era todo para mí.
La mujer más bella que vi jamás, el corazón más inocente y generoso, una energía vital, inmensamente
femenina, que hacía que todo cobrase sentido y coherencia. Era eso y mucho más.
Mamá
se ha ido para Pablo, que sólo tiene 11 años. Decírselo ha sido el peor momento
de mi vida. Me gritaba que hiciese algo, lo que fuese; que la quería, que tenía que ser mentira. Tuvo la valentía de despedirse de ella en la UCI. Los dos estuvimos solos. Le
prometimos que nos cuidaríamos el uno al otro. Le dijimos que con sus órganos salvaría vidas.
En
este vacío en el que deambulo desde entonces sólo he encontrado consuelo en la familia, los
amigos y una marea de dolor inmenso que ha llegado de todos los que la
conocían. En su trabajo, en los aviones, acaso por un momento, se hizo el
silencio.
Ros
se ha ido. Se nos ha ido a todos. De repente.
Y no
lo entiendo. No lo entenderé jamás.
Tú
que me lees, que tienes la fortuna de compartir tu cama con un cuerpo cálido, aférrate
al presente y no dejes una pizca de amor ni de consuelo para mañana. Bébete la vida a diario, despierta al ahora con todas tus fuerzas. Siembra respeto y consuelo.
Porque
el mañana siempre es cruel. Sólo tienes la seguridad del ahora. Abraza, ríe,
llora, besa y acaricia. En este preciso momento. No esperes ni un instante. Ni tan siquiera esperes
a terminar de leer estas palabras. Abre los ojos a quien tienes a tu lado.
Cógele
de la mano. Sin hablar. Mira como respira.
Es
maravilloso. Ahora lo sé.
Que palabras mas linda para tu amada esposa!! vive esta etapa, llora, recuerda, y ama tanto como lo que requiera tu alma.
ResponderEliminarNo tengo palabras. Solo un sentimiento muy pesado y los ojos llenos de lágrimas. Siento mucho lo que ha pasado. Un fuerte abrazo y mucha luz para ti y para tu hijo.
ResponderEliminarCon el alma en la mano te digo que nunca he leído unas palabras más francas, sentidas y admirables... De nobleza, lealtad y agradecimiento...
ResponderEliminarRos era todo eso y más aún, porque toda su esencia está en vosotros.
En el aire hay susurro, en el avión confidencias... De quién me acompaña junto a otros que tambiéntambién quieroquise y quiero...
Siempre veo su sonrisa , siempre...
Gracias por compartirlo en estos momentos.
Un fuerte abrazo
Que gran persona , que gran pérdida!!! 🌹. Un beso enorme para los dos. 😘😘
ResponderEliminarCuando desde Vigo mis amigos me preguntan quién era ella, lo primero que viene a mi mente es que ella era pura vida, tal cual tú has dicho Antonio, su gesto, su sonrisa, su esencia, su ser, todo lo llenaba, Rous desprendía una fuerza especial, cálida, sincera. Nada de lo que pueda intentar expresar aquí va a poder reflejar lo que ella era para mí. Solo quiero aferrarme ahora a la idea de que un ser tan bello seguirá con nosotros de algún modo, no sé cómo, quizás en otra dimensión, pero siempre su alma junto a la nuestra, para siempre. Antonio, tú hiciste a Rous la mujer más feliz de este planeta, confidencias a una amiga, así que la grandeza de los dos es lo que yo siempre llevaré conmigo, te envío mi cariño, mi abrazo de aliento y siente por favor que tus palabras han tocado mi corazón y hoy más que nunca te aseguro que viviré en el presente, en el hoy y en el ahora. Nada más importa. Te quiero Antonio. Mucha fuerza para Pablete que será tu gran apoyo.
ResponderEliminarRos se ha ido como bien dices, pero solo físicamente, nos deja mucho, cierro los ojos y sigo viendo esa maravillosa sonrisa y esa energía, esa qie te deja para qie sigáis, aquí nos tienes a Antonio, para lo qie quieras!!! Un beso enorme!!! Y gracias por compartir esto con nosotros!!!
ResponderEliminarQuerido Antonio, todavía no me lo puedo creer, era tan joven, lo siento muchísimo, lo siento de todo corazón; estoy recordando, a la vez que escribo, su sonrisa permanente y su dulzura, una gran perdida. Maravilloso tu escrito, lleno de ternura y sensibilidad. No dudes que con la ayuda de Pablo, y de todos los tuyos, saldréis adelante, porque eso es lo que Ros querría. Un abrazo muy fuerte, enorme, para ti y para toda la familia Carrillo Tundidor.
ResponderEliminarCon el corazón roto, y lágrimas en los ojos leo tus palabras Antonio, palabras que salen del alma. Ella era alegria, era amor, era amistad, era vida. Y su recuerdo mantendrá todo esto vivo en nuestros corazones, y en nuestros pensamientos. Afortunados hemos sido los que la hemos conocido. Yo he tenido esa suerte, y siempre vivirá en mi corazón. Siempre, siempre, para siempre Mi querida Ros. Mucha fuerza y todo nuestro cariño para Pablo y para ti.
ResponderEliminarEs difícil obtener consuelo de palabras.. porque no hay forma de evitar la tristeza y la pena, si que por ella hay que encontrar fuerza y consuelo a todo este dolor
ResponderEliminarSiempre sus mejores recuerdos estarán en mi mente y corazón
Precioso tu escrito y el sentimiento tan bonito que teníais, gracias por hacerla tan feliz
Un beso enorme para Pablo y para ti
Marta Saura
Antonio gracias por compartir esos pensamientos, Ros era tal cual... fuerza, alegria y belleza, exterior y también interior, Seguimos todos impactados; en los vuelos hablamos de ella con inmensa tristeza, pero la recordamos con mucho cariño... no nos olvidaremos de sus inmensas ganas de vivir. Te mando mucho cariño a ti y a Pablo y espero que tengáis esa fuerza que ella trasmitía para poder seguir adelante. Te mando un abrazo
ResponderEliminarInmensas
Has conocido el amor... sentirlo ausente no es que haya desaparecido: vive en ti, vive en vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo de un desconocido que no suele escribir estas cosas...
Antonio, te conozco solamente a través de tus artículos en Tradux, mucho de los cuales me han gustado mucho. Según la describes debe haber sido una mujer maravillosa que te llenaría la vida.
ResponderEliminarAunque no me conozcas, permíteme acompañarte en tu dolor a ti y a tu hijo. Si ya rompe el corazón perder a una madre, qué terrible debe ser hacerlo con 11 años. Sí, lo suscribo, también un abrazo de un desconocido.
Mi más sentido pésame Antonio, que la luz que dejó tu esposa en ti te acompañe siempre al igual que a tu niño.
ResponderEliminarAntonio,
ResponderEliminarOtro desconocido te escribe … que ha llegado a tu página deambulando por Internet porque soy traductor y soy, como tú, viudo.
Tu texto me ha impactado, como me ha impactado la foto de tu mujer. Toda ella, sus ojos, su mirada, reflejan, a primera vista, la bondad, la generosidad, la belleza interior … cualidades que están en perfecta sintonía con su belleza física.
No dejes de quererla, no dejes de pensar en ella, no dejes de llorar por ella … ella estará siempre en tu alma, en tu vida, en tu mente, en tu corazón, en ti.