viernes, 24 de enero de 2014
El pulso de una plaza
Este mediodía el día era luminoso en Madrid, y yo saqué mi teléfono móvil.
La Puerta del Sol es un lugar lleno de vida. Frenético.
Junto a una farola, se agita una manta
Al poco, la sábana cae y aparece una estatua humana, en una postura inverosímil.
La estatua de Carlos III, el mejor alcalde que ha tenido Madrid, se encuentra en el centro de la plaza.
A sus pies, unos sombreros y una guitarra.
Y, poco después, una banda de mariachis
Hay auténticas obras de arte, como este motero imposible
O estos soldados que se burlan de la gravedad
En ocasiones los artistas descansan
porque la quietud debe resultar agotadora
Imaginen: horas sosteniendo al compañero.
Esta mañana salí del trabajo, y fui testigo de maravillas.
Claro que no estaba solo.
Ni todo era tan fascinante.
Antonio Carrillo
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