La fotografía nos abre ventanas a
la magia.
Hay una realidad imperceptible
por diminuta, pero de una belleza inaudita.
Flores e insectos, la textura del
mineral o el reflejo del agua; instantes que una lente macro puede rescatar del
universo en que se ocultan.
Estas imágenes las tomé hace dos
días, de un ramo de flores. Utilicé una lente macro de 120 mm y luz natural.
En unos pocos días publicaré un
artículo sobre fotografía. Con consejos básicos, recomendaciones sobre máquinas
y lentes y unos cuantos trucos.
Pero eso será más tarde. Esta
noche se la dedico a la magia del color y la luz.
Me apetecía compartir algo así.
Antonio Carrillo
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