Hay una región al norte de
España que es única. Excepcional.
Se llama Asturias.
Es Asturias lugar de
montañas hermosísimas, de grandes bosques y lagos. Su orografía, accidentada y
agreste, la convierten en escenario de resistencias heroicas: los romanos
necesitaron de la presencia del propio emperador Augusto durante las Guerras
Cántabras, algo casi inaudito; y la romanización, al cabo, resultó muy escasa.
Siglos más tarde, mientras
toda la península Ibérica sucumbía ante el avance de los musulmanes, un pequeño ejército astur los derrotó en las alturas de Covadonga,
y en el 725 iniciaron una reconquista que duraría casi 800 años. En Asturias
encontramos templos cristianos antiquísimos, algunos del siglo VIII, que se
enclavan dentro del denominado “prerrománico asturiano”. La Unesco los ha
declarado patrimonio de la humanidad.
El 25 de mayo de 1808 la Junta General se rebeló contra las tropas francesas, envió embajadores a
Inglaterra y le declaró oficialmente la guerra a Napoleón. Fue la primera
institución oficial española en proclamar su soberanía y rebeldía ante el
invasor. Claro que éste órgano de autogobierno contaba con una solera de
siglos; Juan I de Castilla constituyó la Xunta General en 1388, y sus miembros se
reunían a deliberar en la fantástica catedral de Oviedo.
Como dato curioso, desde tan temprana fecha el heredero de la corona de España ostenta el título nobiliario de"Príncipe de Asturias". Por eso se habla del Principado de Asturias.
Como dato curioso, desde tan temprana fecha el heredero de la corona de España ostenta el título nobiliario de"Príncipe de Asturias". Por eso se habla del Principado de Asturias.
Asturias es región, pues, de fortísima raigambre e identidad: posee un idioma propio, el asturiano o bable, una lengua que posee un estatus jurídico similar al de oficialidad. Por ejemplo, en 1981 se fundó la Academia de la lengua asturiana. Tenemos noticias por el historiador latino Estrabón del pueblo astur y su peculiar estructura matrilineal, donde era la mujer la que heredaba, ostentaba la propiedad de los bienes y elegía esposa para sus hermanos. Esta fuerte cultura matriarcal se mantuvo con costumbres tan curiosas como “la covada”: la mujer asturiana daba a luz, y enseguida reanudaba sus tareas.
El hombre, echado, recibía en brazos al recién nacido; y lo cuidaba.
Han sido necesarios 300
millones de años para moldear un lugar tan agreste, con una pendiente media,
en toda la región, del 32%. Resulta difícil de creer si no se ha visto. Sólo en Suiza
encontramos parajes similares en Europa. Su cordillera principal recibe el nombre de “Picos
de Europa”, nombre que le dieron los marineros que volvían tras faenar por el
oscuro y tempestuoso Mar Cantábrico. Las primeras tierras europeas que veían
eran los nevados picos asturianos.
Posee Asturias una riqueza paisajística, faunística y floral extraordinaria. Baste decir que la montaña de Covadonga fue el primer Parque Nacional protegido de España. Hablamos de 1918 y del rey Alfonso XIII.
Posee Asturias una riqueza paisajística, faunística y floral extraordinaria. Baste decir que la montaña de Covadonga fue el primer Parque Nacional protegido de España. Hablamos de 1918 y del rey Alfonso XIII.
Los datos abruman: Picos de Europa es el espacio protegido más grande de España, con más de 64.000
hectáreas; y sirve de refugio al 88% de los mamíferos o el 82% de los anfibios presentes
en la península Ibérica. Es lugar de Rebecos, osos pardos (la única reserva
viable de Europa Occidental), nutrias, quebrantahuesos, gatos monteses, águilas
reales, lirones, salmón atlántico, corzos, ginetas, el exótico urogallo, ardillas,
murciélagos o lechuzas entre otros… Sus bosques húmedos se engalanan con
centenarios robles, hayas, abedules, nogales o tilos.
En 2002 la zona fue declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera.
En 2002 la zona fue declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera.
Su extraordinaria belleza,
de compleja geometría, se explica desde su historia geológica: en la zona predomina la roca caliza, y además es extremadamente húmeda y fría. La piedra
caliza es impermeable, pero el agua fría tiene una alta concentración de dióxido de carbono,
y en un relieve como el de los Picos de Europa está en constante contacto con
el carbonato cálcico de la roca. El agua se vuelve entonces más ácida y el carbonato se disuelve, formando
oquedades, simas, cañones, gargantas o cuevas.
A este fenómeno de meteorización de la roca se le denomina Karst.
A este fenómeno de meteorización de la roca se le denomina Karst.
Además, todo el sistema presenta cabalgamientos
(levantamientos) alpinos, plegamientos, fallas, moldeado glacial y afectación
nival y fluvial. ¿Glaciares en los Picos de
Europa, dije? Resulta difícil de creer.
Los glaciares
desaparecieron en estas latitudes hace 10.000 años, con la última glaciación.
Pero en ocasiones hemos hablado de la ”pequeña edad de hielo” que afectó al
mundo los siglos XVI, XVII y XVII. En esta época reciente se formaron pequeños
glaciares en la Cordillera Cantábrica.
Así, en 1992 JJ González
Suarez, científico y profesor del instituto de Cerdeño, descubrió en el Circo
del Jou Negro, a 2.300 metros de altitud, una formación de hielo de color azul.
Eran 200.000 metros cúbicos de hielo glacial, que presentaba la típica
estructura en estratos claramente diferenciados por leves variaciones de
colores. Este helero (formación de hielo que permanece inmóvil y, por tanto, no
es un glacial), tiene una espesura que llega a los 14 metros. Es un vestigio de
que hace relativamente poco había glaciales activos en la zona. La fotografía da testimonio de la belleza del helero (aunque es de prever que el cambio climático estará haciendo huella en el hielo).
Pero hay otro fenómeno
geológico asombroso en el que quiero detenerme: la sima del Cerro del
Cuevón. La sima técnicamente más difícil del mundo.
Un equipo internacional
logró llegar a lo más profundo en 1998. Hace sólo 15 años.
Los Picos de Europa están
horadados por el agua. Se han localizado 11 simas con más de 1.000 metros de
profundidad; y la mayoría (8) están conectadas entre sí. Los Picos son
conocidos como el Himalaya de la espeleología.
En 1990 un equipo francés descubrió
una Torca (un pozo de paredes escarpadas) en el Cerro del Cuevón, a 2019 metros
de altitud. Era la entrada a una sima.
Lo que hace de la sima del
Cerro del Cuevón la más exigente técnicamente del mundo es la inexistencia de
entradas o bocas intermedias, como es usual. Para llegar al fondo de la sima,
situado a 1.586 metros, es preciso dedicar tres días.
Es la cuarta sima más profunda del mundo.
Es la cuarta sima más profunda del mundo.
Para que se hagan idea de
la dificultad, un equipo de espeleólogos valencianos, miembros del “Interclub
Espeleo Valenciano”, junto con un equipo francés del grupo “cocktail picos”, tardaron
ocho años en lograr llegar al fondo. Durante todos estos años tuvieron que
realizar múltiples entradas de exploración para asegurar una ruta segura y
transitable.
La bajada es
impresionante. Los primeros 110 metros descubrimos grandes salas y múltiples
pozos. A partir de los 120 metros hay unos pozos con forma de meandros que
facilitan ganar profundidad con rapidez. A 280 metros hay una bifurcación, dos
caminos que conducen a un mismo lugar: una sala con formaciones de barro fósil de extraña belleza.
Un vivac es un refugio
ligero, consistente en un saco de dormir y una tela que ofrece protección
contra el frío y la humedad. Imagine: la temperatura constante ronda los 3
grados, y la humedad el 100%. como no hay salidas alternativas, es preciso pasar varios días en estas condiciones.
Pero sigamos descendiendo; estrechos
corredores con forma de meandros y pequeños pozos acaban en una nueva sala
(sala de la bolsa fantasma) a 721 metros. Ahora el espeleólogo se enfrenta a un
reto: un pozo vertical de casi 100 metros de profundidad (el pozo MOC), que
conduce a la sala Zepafini (950 metros) y a una sucesión de pasadizos y
pequeños pozos que acaban en la Sala Olvidar (1165 metros). A continuación un
paso estrechísimo conduce a una nueva sucesión de meandros y pozos, que acaban
en un pozo vertical de 120 metros. El agua, que había desaparecido durante los
últimos metros, reaparece.
Es preciso instalar un nuevo Vivac
a 1.300 metros de profundidad. Hace 48 horas que entramos en la sima.
De nuevo un pozo, éste de
134 metros, nos lleva a una vertical de 20 metros. Estamos a 1.400 metros, y
notamos una intensa corriente de aire. Varios pozos más abajo nos encontramos
con un río, el Marbregalo. La exploración acaba en un tercer sifón, a 1589
metros de profundidad.
Se tarda tres días en
realizar este descenso. ¿Se lo imaginan? ¿Pueden imaginar la oscuridad, la
claustrofobia de las zonas estrechas, la humedad permanente?
La sima puede ser más
profunda. ¿A dónde conduce este tercer sifón?
A las entrañas de
Asturias. Esto seguro.
Tierra de maravillas.
Antonio Carrillo
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