Al sur de
Israel, en el desierto de Néguev, encontramos la aldea del pueblo beduino Al-Sayyid.
Si entramos,
algo nos llamará la atención; en ese lugar las gentes se comunican utilizando un
lenguaje de signos. Y es que Al-Sayyid es el lugar con más concentración de
personas sordas del mundo.
Fundada hace
200 años por 150 individuos, todos ellos descendían de cinco hijos del fundador,
de los cuales dos eran sordos. La historia es la siguiente:
El líder se mudó
desde Egipto con su esposa (de origen local) en algún momento del comienzo del
siglo 19, y llevaban una existencia modesta como agricultores. Debido a su baja
condición social, otras tribus de la zona se negaron a tener lazos familiares
con los Al-Sayyids.
Los 3.500
individuos (sordos y no sordos) crearon en los últimos 100 años, de manera
espontánea, un lenguaje de signos propio, sin ninguna relación con las lenguas
del entorno (árabe y hebreo). Su gramática es única en el mundo, y surgió de
manera espontánea.
¿No conocía
este caso? No se extrañe. Nadie sabía de este fenómeno hasta que el antropólogo
Shifra Kisch lo estudió en 1990; y el lenguaje de signos no se estudió en
profundidad hasta 2005.
Hoy, el
lenguaje de signos del pueblo de Al-Sayyid es objeto de estudio por lingüistas
de todo el mundo.
Antonio Carrillo
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